Santiago de Cuba.– El amor de Mariana por la patria fue creciendo en la misma medida en que fue avanzando la guerra. Se necesita mucho coraje para tener un hijo gravemente herido y decirle al otro, que es prácticamente un niño: «Y tú, empínate, que es hora de que marches al campamento, porque un hijo tenía que sustituir a otro, o cuando el herido estuviera mejor decirle que ya estaba curada su herida, que fuera a buscar la otra, pues ninguno de sus hijos fue traidor ni fue cobarde.
Recuerdan en Santiago de Cuba natalicio de Mariana Grajales
«¿Qué había en esa mujer, qué epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza hubo en su sencilla vida que cuando se escribe de ella es como desde la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto?».
Mariana Grajales: homenaje en Santiago
Así se preguntaba sobre Mariana Grajales Cuello en el periódico Patria, el Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, y al cumplirse este 12 de julio 205 años del natalicio de la madre de los Maceo, Granma acudió, en busca de respuestas, a la doctora en Ciencias Históricas y profesora titular de la Universidad de Oriente, Damaris Amparo Torres Elers.
«Digamos –inició su apreciación la investigadora– que ella es considerada hoy el paradigma de la mujer cubana, pero lo cierto es que también lo fue en su tiempo, cuando se incorporó a la Guerra de Independencia y fue capaz de comprender el momento que vivía la patria. Desafortunadamente durante años se le tuvo solo como la Madre de los Maceo, sin valorarse todo lo que había realizado.
«Martí sí vio en esa mujer mestiza, analfabeta, madre de 14 hijos, a una mujer que transgredió su época, que realmente era un modelo. Él la conoce en Jamaica, pero no hay duda de que ya había escuchado las anécdotas sobre ella y, lejos de compartir opinión con los autores que plantean que se le acerca para atraer a Antonio Maceo a la guerra, yo pienso que fue a rendirle honores.
«Si bien carecía de estudios, Mariana fue una persona de mucha inteligencia natural, y es indudable que por alguna vía conoció de las actividades conspirativas de los hombres de la familia, pues no por casualidad, en el momento de la incorporación de ellos a la guerra, tiene la iniciativa de hacer a la familia jurar que lucharían por la independencia o morirían en el empeño.
«Pero agréguese que para una madre lo más sagrado es su hijo, y ella pone al servicio de la patria a los suyos, y es capaz de marchar con ellos y de permanecer durante casi diez años en la manigua, donde, además de atenderles sus heridas y enfermedades, tuvo que enfrentarse muy temprano a la muerte de su esposo Marcos Maceo.
«Luego vería caer en combate también a sus hijos Justo, Fermín, Miguel y Julio, quienes mueren siendo prácticamente adolescentes, porque ella los entrega a la contienda muy jóvenes. En medio de esto, pensemos en las condiciones en que las mujeres asumían sus tareas en la manigua, las largas caminatas que debían realizar, muchas veces bajo lluvias y hasta ciclones.
«Ellas hacían los hospitales de sangre cerca de los campamentos para poder actuar rápidamente, y en muchas ocasiones estuvieron en peligro de perder la vida por acciones enemigas. Además debe saberse que, carentes de medicamentos, empleaban la Medicina tropical y mucho amor, de ahí que el historiador mambí Fernando Figueredo señale que todos querían atenderse con Mariana».
–¿Por eso Mariana trasciende, es un emblema de cubana, a quien, además de Martí, admiran Máximo Gómez, Figueredo y muchos más?
–Sí, la querían muchos, los combatientes la idolatraban y la seguían las mujeres. Ella fue de las últimas en salir del monte, y mientras no abandona la manigua decían que la guerra continuaba porque Mariana no había salido, no había vuelto con la familia, y ese es otro aspecto distintivo de una mujer iletrada, pero muy clara de su responsabilidad en la dirección de la familia.
«No en vano, cuando Antonio parte para Jamaica dice: mamá sabe cómo acomodar a la familia en Cuba (Santiago de Cuba), pues ella se mantendrá aquí varios meses para reclamar las propiedades embargadas por los españoles, como la casa de la calle Providencia, que reclama ante las autoridades y logra su entrega en depósito, a la vez que piensa en dejar a un hijo un poder sobre el patrimonio familiar.
«Luego, ya en el exilio, estará al tanto de los hijos que siguen conspirando, y para mí es por eso que Martí la visita, y lo que de ella reseña en sus artículos en el periódico Patria, donde es el primero en llamar ¡Madre! a tan valiente, corajuda, y a la vez tierna, dulce y patriota mujer, a tan extraordinario símbolo de fortaleza y de resistencia».
–¿Al poner todo al servicio de la causa frente al yugo español trasciende igualmente como ejemplo de desprendimiento?
–Mariana, como mestiza, sufrió la cruel discriminación de entonces hacia los negros, ya fueran libres como ella o esclavos, y no reparó en enviar los hijos a luchar. Además de perder en la Guerra de los Diez Años a Justo Germán, Julio, Fermín y Miguel, en la llamada Tregua Fecunda murió Rafael, prisionero en las cárceles españolas al norte de África, y en la guerra de 1895 cayeron José y Antonio.
«Pero hay algo sobre lo que también reflexiona Martí, y es sobre la ética y la educación de esta mujer, que no es de una clase alta, no ha recibido lecciones o nociones de hogares, sin embargo, en sus modales y en su modo de conducirse se expresa la cortesía, las atenciones que supo transmitirle a los hijos, junto a su esposo Marcos, quien también les inculcó muchos valores antes de morir en el inicio de la guerra.
«A su vez, el amor de Mariana por la patria fue creciendo en la misma medida en que fue avanzando la guerra. Se necesita mucho coraje para tener un hijo gravemente herido y decirle al otro, que es prácticamente un niño: «Y tú, empínate, que es hora de que marches al campamento, porque un hijo tenía que sustituir a otro, o cuando el herido estuviera mejor decirle que ya estaba curada su herida, que fuera a buscar la otra, pues ninguno de sus hijos fue traidor ni fue cobarde».
–¿Son esas las tantas razones que merecidamente hoy hacen llamarla Madre de la Patria?
–Mariana está ahora en el lugar que bien merece, en el altar de la patria, como reconocimiento a lo que hizo y a lo que representa para todos los cubanos. Llámese la madre de los Maceo, llámese la madre de todos los cubanos, llámese la madre de la patria, son al final esos epítetos que, en reconocimiento, el pueblo le ha otorgado y que ella se merece.
«En ese sagrado sitio, reservado en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia a los fundadores de la nación, también se encuentran Céspedes y Fidel, y ella está cerca de José Martí que, al llamarla ¡Madre!, fue capaz de escudriñar en esa personalidad, en aquilatar la grandeza de esta mujer que fue y seguirá siendo emblemática».
Precisiones: La mujer en Cuba
El Artículo 43 de la Constitución de la República de Cuba establece que: «La mujer y el hombre tienen iguales derechos y responsabilidades en lo económico, político, cultural, laboral, social, familiar y en cualquier otro ámbito. El Estado garantiza que se ofrezcan a ambos las mismas oportunidades y posibilidades.
El Estado propicia el desarrollo integral de las mujeres y su plena participación social.
Asegura el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos, las protege de la violencia de género en cualquiera de sus manifestaciones y espacios, y crea los mecanismos institucionales y legales para ello».
En el Referendo constitucional, más del 60 % de las autoridades electorales eran mujeres.
El 53, 22 % de la Asamblea Nacional de Cuba está compuesta por mujeres.
El 49 % del sector estatal civil es fuerza femenina.
El 68, 2 % de los profesionales y técnicos son mujeres.
Más del 70 % de los trabajadores de Educación, Salud y del sector jurídico son mujeres.
Uno de los logros, de conjunto con el Programa Nacional de la Agricultura Urbana del Ministerio de la Agricultura, es la participación más activa de las mujeres en la agricultura urbana, suburbana y familiar. Se han creado más de 3 000 brigadas fmc-anap, las que cuentan con 8 000 nuevas mujeres incorporadas, además de las más de 28 000 usufructuarias de tierras, que aportan a la economía.
El 39 % de los trabajadores por cuenta propia son mujeres.
El 60, 5 % de los graduados de Educación Superior son mujeres.
La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) recibió en sus filas a más de 58 000 jóvenes cubanas en 2019, organización que aglutina a alrededor del 92 % de las mujeres en la Isla, mayores de 14 años de edad.
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— Compay Naguito (@CompayNague) November 27, 2021