El 27 de febrero de 1958, Fidel informaba que “ha sido ascendido al grado de Comandante el capitán Juan Almeida Bosque y se le nombra jefe de la columna 3 que operará en el territorio de la Sierra Maestra al este del poblado de María Tomasa, debiendo extender el campo de operaciones lo más lejos posible hacia esa dirección”.
El primero de marzo, después de reunirse con Fidel en el campamento del Che, ubicado en el hoy municipio serrano de Buey Arriba, de la provincia Granma, las columnas de Raúl y Almeida emprendieron la marcha hacia sus futuras zonas de operaciones.
En Puerto Arturo, ambas fuerzas se separaron. A partir del 5 de marzo la columna 3 iniciaba la primera etapa de lo que después se conocería como el Tercer Frente Mario Muñoz Monroy, en la actual provincia de Santiago de Cuba.
Las primeras tareas que emprende Almeida como jefe de columna fueron la organización de los grupos de escopeteros que ya existían en esa zona y la preparación de acciones con vistas a apoyar la Huelga General Revolucionaria que la dirección del Movimiento 26 de Julio estaba preparando en el llano. En la comandancia del III Frente
Cumpliendo orientaciones de Fidel, los hombres de la columna 3 comenzaron a hostigar movimientos del enemigo por las carreteras y a acometer sabotajes. Entre el 10 y el 11 de abril, efectuaron ataques al entronque de Mergarejo y al poblado de El Cobre. En esta última localidad, volaron el polvorín.
El revés de la Huelga del 9 de abril provocó que Fidel ordenara el regreso secreto y paulatino de las columnas de Camilo, Almeida, Ramirito y Crescencio Pérez, ya que la tiranía batistiana se proponía desarrollar la famosa Ofensiva de Verano o plan FF (Fin de Fidel) contra el bastión guerrillero de la Sierra Maestra. Almeida acudió con el grueso de su tropa al llamado de Fidel, aunque cuando se marchó con ellas a encontrarse con la columna Uno el 18 de mayo de 1958, “el Tercer Frente no dejó de existir ni de luchar. Aquí quedó un valeroso grupo de oficiales y combatientes que, mal armados y sometidos a las continuas acciones de las tropas y la aviación enemigas, supieron comportarse ejemplarmente y mantuvieron en alto las insignias de este baluarte revolucionario”.
Derrotada la ofensiva batistiana, el 16 de agosto de 1958 Juan Almeida estableció su campamento en La Lata. El Tercer Frente, con más efectivos y tres columnas, tenía ahora como misión estrechar el cerco a Santiago de Cuba.
«Desde El Alma» con Juan Almeida Bosque
Juan Almeida Bosque, de albañil a Comandante de la Revolución y compositor
Primero de Enero
Una de sus primeras responsabilidades tras el triunfo revolucionario fue la jefatura de la Fuerza Aérea Rebelde
Fuerzas del Tercer Frente en coordinación con unidades del Primer y Segundo frentes participaron durante los últimos días de la tiranía en varios combates decisivos, como los de San José del Retiro, Maffo, Baire Abajo, Central Palma y Palma Soriano. Paralelamente columnas de ese frente culminaban el cerco a Santiago de Cuba.
El 1ro. de Enero de 1959, amaneció con una agradable noticia que propagaba la radio: “Se fue el tirano”.
Los rebeldes se emocionaron y sin reflexionar que el ejército batistiano acampado en Santiago y en Bayamo aún no se le había rendido a Fidel, comenzaron a disparar al aire y originaron una balacera que parecía no terminar nunca. Fidel muy molesto, envió a Almeida a detener al culpable. Le trajeron detenido a un combatiente a quien acusaban de iniciar esta indisciplina.
Almeida intercedió por el combatiente. Celia Sánchez y el capitán Felipe Guerra Matos apoyaron las palabras de Almeida. Ante esos razonamientos, Fidel le condonó la pena: “Que lo pelen al rape y le afeiten la barba”. El combatiente, según Almeida “con respeto pero con firmeza”, protestó: “Prefiero, Comandante, que me fusilen, porque este pelo y estas barbas son lo más digno que traigo desde la Sierra”. Fidel, conmovido, le ordenó marcharse.
Revolución en el poder
Desde mediados de junio de 1959 se convirtió en jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria al sustituir de forma interina al traidor Pedro Luis Díaz Lanz[14]. El 29 de marzo de 1962, participó como vocal del Tribunal Revolucionario presidido por el comandante Augusto Martínez Sánchez que se encargó de enjuiciar en juicio sumarísimo a los participantes de la invasión mercenaria por Playa Girón de abril de 1961. Este tribunal lo integraban además los comandantes Guillermo García Frías, Sergio del Valle y Manuel Piñeiro. En la constitución del Comité Central con Fidel, Ramiro y Dorticós
Asumió importantes responsabilidades en las ORI [14], el Gobierno y en el Partido Comunista de Cuba (PCC), entre ellas, la jefatura del Estado Mayor del Ejército Rebelde al desaparecer físicamente el comandante Camilo Cienfuegos y del Ejército Central, del cual fue fundador, viceministro y ministro p.s.r. de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), integrante del Comité Central y del Buró Político del PCC desde 1965 hasta su muerte, delegado de este órgano en Oriente, presidente de la Comisión de Revisión y Control del Comité Central, vicepresidente del Consejo de Estado hasta el momento de su desaparición física y, desde 1993, presidía la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC).