Por: Luis Alberto Portuondo
Ofrendas florales a título de Raúl, Díaz-Canel, Lazo y del pueblo de Cuba fueron colocadas en el Mausoleo a José Martí en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia.| internet@granma.cu
SANTIAGO DE CUBA.- A José Martí, que cayó en combate hace 130 años «sin patria pero sin amo», el pueblo santiaguero, en representación de toda Cuba, le rindió homenaje en el Mausoleo que atesora sus restos en el cementerio patrimonial Santa Ifigenia, donde también descansa Fidel, quien traía en el corazón sus doctrinas.
Ofrendas florales enviadas por el líder de la Revolución Cubana, General de Ejército Raúl Castro Ruz; del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, Esteban Lazo Hernández, y otra a título del pueblo de Cuba fueron colocadas en el sagrado sitio por cadetes de la Escuela Interarmas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) José Maceo Grajales, Orden Antonio Maceo, y por estudiantes de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos, de la Ciudad Héroe.
El acto y ceremonia militar fue encabezado por dirigentes del Partido, el Gobierno, las FAR, el Ministerio del Interior y de organizaciones sociales y de masas de la provincia indómita, como parte de los homenajes que la Patria realiza en esta jornada a su Héroe Nacional.
Por: Anaisis Hidalgo Rodríguez
Presidió Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, acto nacional por el aniversario 130 de la caída en combate de José Martí | internet@granma.cu
Jiguaní, Granma,— Bajo el lema «De cara al sol», más de 2 000 cubanos se congregaron en el histórico sitio de Dos Ríos para conmemorar el aniversario 130 de la caída en combate de José Martí, en un acto presidido por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien estuvo acompañado por el miembro del Buró Político y secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda.
El escenario donde Martí entregó su vida el 19 de mayo de 1895 se transformó en un símbolo de continuidad generacional. Niños y jóvenes de proyectos como Arcoíris en Movimiento, La Colmenita Corazón Feliz y el Coro Ismaelillo dieron vida a los versos del Apóstol, fusionando música, danza y teatro para reafirmar la vigencia de su ideario.
Al decir de Danhiz Díaz Pereira, presidente del Movimiento Juvenil Martiano, «no estamos aquí para evocar un pasado estático, sino para reafirmar un presente de lucha. En tiempos de crisis e intentos divisionistas, Martí nos recuerda que la unidad es nuestra fuerza».
Yudelkis Ortiz Barceló, primera secretaria del Partido en Granma, destacó en las palabras centrales, que «Martí no murió aquí; su pensamiento nutrió el Moncada, el Granma y cada batalla de la Revolución».
Durante su discurso, Ortiz Barceló recordó las palabras de Martí: «Yo evoqué la guerra: mi responsabilidad comienza con ella en vez de acabar. Para mí la Patria no será nunca triunfo, sino agonía y deber», subrayando que su legado es un «juramento vivo» para enfrentar desafíos actuales como el bloqueo económico y el cerco imperialista.
«Las sucesivas jornadas del pueblo cubano, desde entonces y hasta hoy, se han nutrido de su pensamiento profundo y han incorporado a Martí, vivo y actuante, al liderazgo ideológico de cada batalla», remarcó Ortiz Barceló, quien vinculó la frase emblemática del acto con la resistencia actual: «Abrazar el futuro con dignidad, como enseñó Martí y reafirmó Fidel, quien lo llamó «el más genial y universal de los políticos cubanos»».
Martí, fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra Necesaria, cayó en su primer combate en este sitio. Su carta inconclusa a Manuel Mercado, escrita horas antes de morir, reveló su visión antimperialista: «Impedir que Estados Unidos se extienda por las Antillas».
Al cierre, se reiteró el compromiso de honrar al Apóstol mediante la defensa de la soberanía y la solidaridad con América Latina. Como expresó el Apóstol: «Patria es humanidad», un principio que Cuba reafirma ante los desafíos globales.
«Que la Patria nos encuentre, como a él, siempre fieles», concluyó Ortiz Barceló, sellando un acto que fusionó memoria, arte y lucha.