El amanecer después de Melissa

El sol de este 30 de octubre se alza sobre un Santiago de Cuba herido. Tras la furia de Melissa, el aire aún pesa a trauma, pero la mañana insiste en colarse entre las ruinas.

Es en este silencio quebrado donde resuena la voz de los abuelos, cuyas palabras habitan el alma: “Después de la tormenta, llega la calma”.

Y esta calma no es derrota. Es el instante preciso en que se contabilizan las pérdidas –fachadas deshechas, calles irreconocibles, hogares convertidos en escombros– y, a la vez, se siente el pulso de lo que perdura: la vida.

Como el Ave Fénix de nuestro escudo, la ciudad renacerá. Lo sé. No será fácil. El camino es complejo y empinado. Pero hoy, la verdad más contundente no es la magnitud del desafío, sino el simple milagro de estar aquí. Vivos. Juntos.

Como dijo Yudelkis Ortiz Primera Secretaria del PCC en Granma, en una de sus tantas directas : Preservar la #Vida es lo importante y nuestras autoridades de Santiago , Beatriz Johnson y Manuel Falcón junto a la Defensa Civil sin descanso en nuestros municipios, en nuestro Chago.

Ese milagro de estar vivos y de abrazarnos junto a este amanecer es lo que nos levanta. Nos levanta con la Fe absoluta de poder reescribir un nuevo comienzo. La magia, en medio de tanta crudeza, es que existimos para intentarlo.

Así recordaremos a #Melissa en el imaginario de Santiago: como un desafío eminente de la naturaleza, un parteaguas que, como Sandy, nos dejará la cicatriz y la lección. La lección de que, mientras haya un amanecer y un abrazo, la esperanza es el mejor cimient

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