Adiós al poeta santiaguero César López

Adiós al poeta santiaguero César López
Adiós al poeta santiaguero César López
Adiós al poeta santiaguero César López

CMKC, Radio Revolución.- El poeta santiaguero César López recibe el adiós final justo cuando se acuña la frase martiana: “Yo sé desaparecer, pero no desaparecerá mi pensamiento”

César Antonio de Jesús López y Núñez nació en Santiago de Cuba, el 25 de diciembre de 1933. Es decir, se nos fue a los 87 años de edad el poeta, narrador, ensayista, crítico literario y escritor “cubano por excelencia”.

César fue Premio Nacional de Literatura en el año 1999. Su obra más conocida es Tres libros sobre la ciudad, que ha sido premiada en varias ocasiones.

La formación del poeta y narrador santiaguero Césa López comenzó, realmente, al graduarse de bachiller en el año 1950, en esta ciudad natal, Santiago de Cuba, posteriormente, estudió Filosofía y Letras en la Universidad de La Habana, en Madrid y Salamanca.

En España obtuvo el doctorado en Medicina en la Universidad de Salamanca graduándose en 1959 y realizó estudios inconclusos de Filosofía y Letras. Fue miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua y correspondiente de la Real Academia Española.

Entre 1960 y 1962 ―tras el Triunfo de la Revolución cubanaCésar Antonio de Jesús López y Núñez trabajó como cónsul de Cuba en la ciudad de Glasgow (Escocia). De regreso a Cuba, desempeñó el cargo de jefe de departamento consejero para Europa Occidental, en el Ministerio de Relaciones Exteriores en el período 1962 a 1963.

El santiaguero fue secretario coordinador de la Sección de Literatura de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y secretario de actividades del Pen-Club de Cuba. Como profesor de literatura trabajó en el Instituto Preuniversitario Raúl Cepero Bonilla desde 1964 hasta 1965 y en los grupos de teatro del Consejo Nacional de Cultura.

En 1972 César Antonio de Jesús López y Núñez pasó a trabajar en la Academia de Ciencias de Cuba, primero en su Departamento de Traducciones y posteriormente, en el Instituto de Documentación e Información Científico-Técnica.

Como escritor, César López se dio a conocer en la revista Ciclón, una de las precursoras de la vanguardia literaria cubana y que fundara el reconocido dramaturgo y narrador Virgilio Piñera.

Ha colaborado en Revolución y Lunes de Revolución, El Mundo, Combate, Pueblo y Cultura, Islas, La Gaceta de Cuba, Unión, Casa de las Américas, El Caimán Barbudo, Cultura ’64, y Conjunto, todas de Cuba; en el extranjero, en Siempre y Parva (de México), Vanguardia (de Colombia), Poor Old Tired House (de Reino Unido), Ínsula y Ruedo Ibérico (de París).

Varios de sus poemas y relatos han sido vertidos al inglés, francés, ruso, alemán, húngaro, italiano, rumano, checo, búlgaro, griego y japonés. Ha traducido, del inglés a Lawrence Durrell, y, del francés, al poeta griego Yannis Ritzos.

César Antonio de Jesús López logró su acento como poeta hasta convertirse en una de las voces más relevantes de Cuba en la segunda mitad del siglo XX. Aunque también ha incursionó en la narrativa y el ensayo, fue considerado, con sus tres Libros de la Ciudad, como uno de los escritores más significativos dentro de la poesía cubana del siglo XX.

Aquí en su natal Santiago de Cuba tuvo muchos amigos, entre ellos, el inolvidable Frank País García, líder indiscutible de las luchas en la clandestinidad contra el régimen de Fulgencio Batista.

CMKC tuvo el honor al recibir algunas de sus creaciones, incluso, fue entrevistado en el verano de 1987 por el periodista Santiago Romero Chang en la casa museo natal José María Heredia, allí en la morada del Cantor del Niágara donde evocó César López la tradición poética de su ciudad encantadora y coqueta, inspiración para muchos creadores.

Adiós al poeta santiaguero César López
Adiós al poeta santiaguero César López

Un pájaro acercándose a mi sueño
porta un mensaje con la pesadumbre
del partir lejano, dejo a su dueño
(abandona ya la certidumbre
de vivir, reflejada en quieto ceño
la estática moldura donde lumbre
de su mirar brillara con empeño
al ofrecer verdad en el vislumbre
futuro de su tiempo) solo. Hermano
tu agonizar constante ha terminado
con ese trago último. Está tu alma
quizá bajo las piedras o en la mano
tan tristemente izquierda a mi costado
que siente por tu muerte extraña calma.
                      ~

En el principio un ángel alargaba
como hacia un alguien más su sabia mano
primicias dirigiendo del humano
olvido que llegó: rota la traba
paterna del origen, niño, andaba
iluso su principio, como un llano
despeligrado, hogareño plano
que a la muerte condujo. Cuando aldaba
múltiple de morada, sorprendiendo
a todos, resonaba en cada puerta;
la costumbre lo iba recibiendo
sin importarle mucho y por alerta
le impedía el paso. El ángel sonriendo
ignora todo y se ocupa de su huerta.

                        ~

No puedo hablar de él como no era:
No fue poeta.
Los versos que escribiera, balbuceaban la voz,
iban saliendo,
pero por muchas cosas se quedaron
a mitad de camino.
No fue pintor.
He visto emocionado los dibujos.
Y sin embargo, la mente, el corazón, la mano,
quedaron en el aire como un trazo empezado.
No fue músico.
Porque aquellas sonatas
eran signos borrosos, no cuajados,
que sólo algunos pocos escucharon.
No fue padre.
Se guardó su simiente en la pureza
de los hijos futuros.
Fue un niño a quien recuerdo
diciendo afirmativamente y siempre:
Quiero.
¡El ser que mutilásteis,
asesinos, era, en resumen, todo lo posible!

Divide, viejo astuto… (César López, Cuba)

Memoria Audiovisual del Festival Internacional de Poesía de Medellín. César López nació en Santiago de Cuba, en 1933. Poeta. Estudio Filosofía y Letras en la Habana, Madrid y Salamanca. Ha sido también médico, diplomático y profesor de Literatura.

Publicó los libros de poemas:

Silencio en voz de muerte (1963), Apuntes para un pequeño viaje (1966), Primer libro de la ciudad (1967), La busca de su signo (1971), Segundo libro de la ciudad (1971), Quiebra de la perfección (1983), Ceremonias y ceremoniales (1988), Consideraciones, algunas elegías (1990), Seis canciones ligeramente ingenuas (1992), Tercer libro de la ciudad (1996), Reafirmación del tiempo, estampas tristes y jocosas, 2010, con la artista cubana Julia Valdez.

Premio Nacional de Literatura de Cuba, en 1999. Fue fundador de la UNEAC, miembro de número de la Academia Cubana de la Lengua, y correspondiente de la Academia Española de la Lengua. Lectura de poemas en el 10° Festival Internacional de Poesía de Medellín, en el Cerro Nutibara, Teatro Carlos Vieco, en junio de 2000.

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