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CMKC, Radio Revolución.- El acceso a información oportuna y veraz resulta imprescindible en el actual contexto epidemiológico. La radio y televisión cubanas han sido eslabón imprescindible en la batalla contra la COVID-19, pues han sabido combinar la misión de informar, con la de entretener y apoyar la educación a distancia, en medio de las más difíciles circunstancias.
Tras espacios de alta teleaudiencia nacional, como la conferencia de prensa diaria del Ministerio de Salud Pública, las Mesas Redondas donde se brinda información gubernamental sobre el accionar de Cuba frente a la enfermedad, o las teleclases que han logrado darle continuidad al curso escolar sin salir de casa, está el esfuerzo de múltiples especialidades del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Sobre cuánto se ha hecho para llevar información y entretenimiento a las casas de todo el país, comparecieron hoy en la Mesa Redonda directivos de este organismo.
Al intervenir en el programa televisivo, el presidente del ICRT, Alfonso Noya Martínez, explicó que ante la contingencia sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 se requirió reestructurar la programación radiotelevisiva, para brindar información oportuna y contribuir a elevar la percepción de riesgo en la población.
Comentó que dentro de la estrategia de trabajo la misión más importante fue llevar toda la información posible a la televisión, por lo que se decidió un incremento de las horas de transmisión, así como un cambio cualitativo en la programación. Todo este, aseveró el directivo, conllevó a que se readecuara la fuerza productiva del ICRT.
“Hoy estamos viendo un programa como Mediodía en TV, que siempre fue para dar información sobre la programación o eventos culturales, y hoy se encuentra informando sobre la COVID-19, o puedes ver un espacio como “De tarde en Casa” donde se aborda la coordinación entre educación y la familia para poder llevar adelante las clases”, comentó Noya.
Las medidas dictadas por el país para contener la expansión del nuevo coronavirus también impactaron al personal del ICRT.
De un total de casi 13 mil trabajadores en el país, una buena parte pasó a la modalidad de teletrabajo o trabajo a distancia, lo que obligó a implementar sistemas distintos, pensar e innovar, aseguró el titular.
Noya reconoció la participación de periodistas, artistas, directivos, así como técnicos con un nivel de creatividad elevado y resaltó el empleo en todo momento de las medidas higiénico-sanitarias.
“Por las características que tiene la producción en televisión existen riesgos, y eso hace que el distanciamiento sea una regla, también el uso del nasobuco y la existencia de áreas para higienizar las manos, así como la presencia de las soluciones de alcohol”, agregó.
Especial énfasis hizo el presidente del ICRT a la integración lograda con el resto de los organismos de la Administración Central del Estado, así como con los medios de comunicación nacionales y en todos los territorios del país.
Fruto de esa integración, el directivo reconoció la importancia de las teleclases, las cuales calificó de una solución adecuada para un país como el nuestro, que ha permitido mantener viva la educación desde los hogares.
La televisión cubana: información, entretenimiento y educación
De acuerdo con el director de Televisión del ICRT, Waldo Ramírez, informar, acompañar al sistema de educación, y entretener a la población, fueron las tres direcciones de trabajo establecidas por la televisión cubana en tiempos de coronavirus.
Ante la situación epidemiológica nacional, se reorganizó el trabajo de la Televisión, y se colocó el énfasis en los programas informativos.
Para el directivo, programas como la Mesa Redonda, las reuniones diarias de chequeo a la situación epidemiológica del país encabezadas por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y trasmitidas en la emisión estelar del Noticiero Nacional de Televisión, así como la conferencia de prensa sobre la actualización del comportamiento de la enfermedad, dictada por el director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, doctor Francisco Durán, evidencian la enorme responsabilidad de la televisión nacional en el actual escenario.
Según Waldo Ramírez, la contingencia sanitaria ha convertido a los programas informativos en los de mayor teleaudiencia, por lo que destacó el trabajo del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, articulado con el canal Cubavisión, y el sistema de televisión territorial
Explicó que 43 corresponsalías de televisión en el país han contribuido al Sistema Informativo de la Televisión Cubana, lo que ha enriquecido la mirada a la realidad nacional.
Ramírez significó que la Televisión Cubana ha llevado hasta ahora unas 490 horas de transmisión educativa, mediante la integración entre el Ministerio de Educación y Cinesoft, como alianza imprescindible.
Destacó en este sentido el apoyo del Ministerio de Cultura, el ICAIC y la Facultad de Medios Audiovisuales del ISA con las teleclases dedicadas a la educación artística; y en el caso del ICAIC, precisó que esta institución apoya el único programa de cine cubano que existe en la televisión, el cual ha estrenado películas que no pudieron cumplir su ciclo de presentaciones en salas cinematográficas, por las medidas de aislamiento social.
Como uno de los saldos negativos de esta etapa, el director de la Televisión Cubana explicó que se han visto afectadas dos grandes producciones de telenovelas, con 140 capítulos en producción. «Esas novelas están a un 50 por ciento de su producción, pero los vamos a recuperar con el apoyo de sus realizadores».
Radio cubana en el enfrentamiento a la COVID-19
En relación con la radio cubana, su director general, Onelio Castillo, explicó que desde la aparición de los primeros casos se diseñó una estrategia con un incremento notable de la programación en vivo, desde el concepto de la radio cubana como una sola.
El directivo informó que actualmente transmiten 93 emisoras provinciales y municipales, con mil 438 horas diarias en antena. Además, destacó el papel de emisoras de alcance nacional como Radio Rebelde, Radio Reloj y Radio Progreso, con amplia información de actualidad nacional sobre la pandemia.
«De las mil 438 horas diarias que en su conjunto pone en antena la radio cubana un total del 88 por ciento de esas horas de transmisión son entre emisoras provinciales y municipales, de ahí el extraordinario peso que tienen estas emisoras con el vínculo contanste de sus audiencias».
Fruto de las difíciles circusntancias nació el programa radial «Todos por Cuba», dijo Castillo, el cual ha otorgado una nueva dimensión a la radio cubana, al unir simultáneamente a la mayoría de las emisoras cubanas.
El directivo hizo referencia a cómo la radio cubana debió reinventarse ante las más difíciles circunstancias de esta etapa, y ejemplificó el caso de la emisora «La Voz del Toa» en Baracoa, donde se registró un caso positivo con 32 contactos, que pasaron a centros de aislamiento.
«Prácticamente se redujo a nada la vitalidad de esa emisora. Sin embargo, la capacidad del sistema de autogenererase constantemente permitió que las frecuencias de esa emisora se enlanzaran con otra emisora y se dosificara información».
«Tuvimos emisoras que estuvieron en zonas de cuarentena, emisoras con compañeros en centros de aislamiento… pero en unidad de acción con los consejos de defensa provinciales y municipales se fueran adoptando las decisiones para decidir o ajustar el horario a las condiciones de cada momento».
En los minutos finales del programa televisivo, el presidente del ICRT, Alfonso Noya, mencionó algunas inconformidades de la población con temas como el horario de tranmision de filmes, la necesidad de más espacios dramatizados y humorísticos, así como la calidad de los programas musicales. Estos son desafíos pendientes ante los que- aseveró- se buscarían soluciones.