La historia decidió unir en natalicio el legado de dos hombres que con su pensamiento y accionar contribuyeron a la formación de la identidad cubana: Antonio Maceo Grajales y Ernesto Che Guevara de la Serna.
Precisamente en recordatorio a la obra de estos próceres, Maceo y Che, cada 14 de junio se realiza el cambio de atributo de los pioneros en Santiago de Cuba.
Entre cantos y poesías a Maceo y Che, los infantes manifestaron la satisfacción de haber subido un peldaño màs en su educación durante el acto presidido por José Ramón Monteagudo Ruiz Primer Secretario del Comité Provincial del Partido y Beatriz Johnson Urrutia gobernadora en la provincia.
Homenaje a Maceo y Che en Santiago de Cuba
La cita propiciò realizar la firma del código de ética de la contraloria, documento que rige los principios y valores que conducen a esta importante institución, partiendo del ejemplo de honestidad de Maceo y Che.
Posteriormente las autoridades se trasladaron al Museo Casa Natal Antonio Maceo, espacio donde pudieron conocer la importancia de la relación entre la escuela la comunidad y el monumento en la divulgacion del ideario del Titan de Bronce.
La intransigencia y resistencia de héroes como Maceo y Che continuaràn siendo un ejemplo para todos los cubanos en la construcción de un socialismo prospero y sostenible.
Yadira González Otero Jeniffer Cebreco Cuenca
Antonio Maceo y su esposa María Cabrales
Nuestro Ernesto -Che- Guevara en 2023
Hombre parco, observador, tajante, narrador tremendo y sensible poeta, el Che es tan de Cuba como Maceo.
«Va a encenderse. / Se apaga / Va a nacer». Solo un poeta para entender a otro poeta. Así dice Guillén, en versos, la muerte del Che, y nos devuelve la cualidad distintiva del guerrillero como figura histórica: no morirse nunca.
El Che renace porque los ideales que movieron su vida están en el centro de lo mejor de la especie humana, y son la aspiración de las almas buenas; aquellas que, aunque no les alcancen las fuerzas para llegar tan lejos en el sacrificio, admiran y respetan a quienes sí rozaron los más altos grados de elevación moral.
Guevara es el horizonte, un hombre que se hizo ideal sin que su esencia terrena se difumine. El que se ponía al frente en lo difícil y era el último en retirarse. El que de pronto se detenía solo para escuchar el canto del sinsonte.
Ellos, por el contrario, andan por la calle, cotidianos, como símbolos de la hidalguía, de todas las resistencias; e incitan a sentir el orgullo de compartir su misma tierra y su mismo amor revolucionario.
En la tozudez de preservar la bandera, en la arremetida contra lo injusto, en la convicción de que sin independencia no hay honor ni futuro, están ambos, naciendo siempre.
