Útil al barrio y a la Revolución

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Útil al barrio y a la Revolución

Indira Ferret Alonso
Útil al barrio y a la Revolución.- El recién clausurado décimo Congreso de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) ya puede considerarse transcendental para el futuro de la mayor organización de masas cubanas.

Y no se trata de una afirmación triunfalista, sino de la certeza de que el cónclave ha tenido lugar en uno de los períodos más complejos de los últimos 64 años; pues como nunca antes se han recrudecido el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba y la subversión ideológica , como parte de la  guerra no convencional contra el modelo socialista cubano. También se han agudizado las deficiencias internas y, como suele suceder durante las crisis, comienzan a naturalizarse comportamientos que nada tienen que ver con la dimension ética de nuestro sistema social.

Así las cosas, el barrio se ha convertido en el epicentro de los desafíos que enfrenta hoy la población cubana. Es allí donde confluyen personas de todas las edades y donde se viven con mayor intensidad las complejidades de este momento. Es allí donde la dirección de la Revolución ha puesto el mayor empeño para avanzar hacia la transformación de las comunidades.

Por eso, revitalizar y fortalecer el rol aglutinador, preventive y de impulso a tareas necesarias para el bienestar colectivo es hoy el mayor imperativo de la organización vecinal.

Como afirmó el Primer Secretario del Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, no es posible separar a los CDR de la construcción del socialismo en Cuba, por tanto es impensable el futuro de la nación caribeña sin la labor de esta organización, que sus 63 años ha sido esencial  para promover la participación popular en respaldo a las políticas, programas y tareas de la Revolución.

De ahí la importancia de los debates en los barrios, que precedieron a la cita clausurada el 28 de septiembre en el Palacio de Convenciones de La Habana. En esos encuentros se pusieron sobre la mesa las preocupaciones, insatifacciones y sobre todo las propuestas para robustecer la organización a partir de la realidad de cada cuadra.

De esos análisis, emanaron los asuntos que se evaluaron en la cita nacional. En este Congreso se examinaron temas que definen el funcionamiento de los Comités, y hacia los cuales urge encaminar las acciones de perfeccionamiento. En ese sentido, trascendió que urge atender la política de cuadros y las tareas de la economía; revitalizar la vigilancia revolucionaria y la labor preventiva, así como consolidar el trabajo ideológico.

La continuidad es un apremio: contribuir a la formación de valores de las nuevas generaciones y propiciar el protagonismo de los niños, adolescentes y jóvenes en las tareas de la organización, es otro de los propósitos rectores en el fortalecimiento de  los Comités.

Se trata, a fin de cuentas, de atemperar la organización a los retos actuales de la sociedad.

 Unidos por el barrio

De acuerdo con el Héroe de la República de Cuba Gerardo Hernández Nordelo, quien resultó ratificado como coordinador nacional de los CDR, una de las prioridades es impulsar las tareas de apoyo a la economía que desarrolla la organización desde su creación, como el respaldo a los programas y campañas de Salud, las donaciones voluntarias de sangre, la participación en el enfrentamiento a contingencias epidemiológicas y el trabajo conjunto con el médico y la enfermera de la familia; la recogida de materias primas, la producción de alimentos a través del movimiento “Cultiva tu Pedacito”, la limpieza e higienización de las comunidades y el ahorro de portadores energéticos, entre otros cometidos.

En el cumplimiento de esas funciones, tiene un papel decisivo la unidad de los cederistas. A juicio de esta reportera, el logro de esa coesión transita necesariamente por la identificación de las potencialidades de la comunidad y sus líderes reales, a fin de utilizar esas riquezas en función del bien común, a través de la atención a las preocupaciones y necesidades de los vecinos. Generar soluciones desde las riquezas endógenas del barrio, y con el concurso de todos, robustecerá la confianza de la población en los CDR, elevará la autoestima de los vecinos y estrechará los lazos entre ellos, pues nada une tanto como trabajar en beneficio de todos.

La familia es el núcleo de la labor cederista, por eso en los debates del Congreso prevaleció la exhortación a buscar las vías que permitan eliminar las ilegalidades y las indisciplinas sociales, fomentando cada vez más la educación formal y las maneras solidarias de convivir. Sin dudas los CDR tienen ante sí un compromiso extraordinario, pero no imposible. Y ese cometido nos compete a todos los que integramos su membresía.

Útil al barrio y a la Revolución

Subir lomas hermana hombres desde el inquieto Santiago
Útil al barrio y a la Revolución: Subir lomas hermana hombres desde el inquieto Santiago

No es momento de cruzarse de brazos y esperar que “mágicamente” se solucionen los problemas que hoy enfrentan los barrios y con ellos la organización; es tiempo de asumir las tareas que nos competen como cederistas, como cubanos, y contribuir a esa  transformación para que los Comités que fundaron  con pasión nuestros abuelos sigan siendo útiles al barrio y a la Revolución

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