De la cosecha de papa.- El productor santiaguero Juan Martínez Cobos sembró una hectárea y media de papa, luego de 80 días, inició la cosecha del demandado tubérculo.
Fue una novedosa experiencia y quizás no alcance los rendimientos que median en el país, pero recordemos que es la primera vez que se siembra y
pasamos muchas dificultades para llegar a este momento.
No obstante, se demostró que sí se puede lograr y la experiencia se puede generalizar sobre todo en zonas altas con climas más fríos que propician el
desarrollo del tubérculo.
“Resultados sí da y bueno aprendimos, esperamos comercializarla y que los sanluiseros puedan comprar al precio que decida el comité de Contratación”, indicó.
Ya hay expectativa y muchos se asombran, porque se cosechó papa en el municipio, es importante contar con las condiciones en Santiago de Cuba
para lograr refrigerar las semillas y que estén más cerca y abaratar costos, acotó.
El socio de la Cooperativa de Créditos y Servicios Gustavo Moll, dijo, que “es un producto con el que hay que cumplir los requisitos técnicos. Los
lugares para la siembra deben escogerse según las condiciones de temperatura, que deben ser bajas, y el tipo de suelo que se recomienda con una textura liviana, con poca resistencia al crecimiento de los tubérculos y que facilite la cosecha”.
Precisó que deben aplicarse todas las medidas que exige el cultivo, principalmente la preparación de la tierra y la materia orgánica necesaria, para obtener buena germinación y los rendimientos planificados.
La papa es un cultivo estratégico para alcanzar la seguridad alimentaria, conocida como la reina de las viandas, es rica en proteínas y minerales y es un tubérculo altamente demandado por la población.
(Con información de Sierra Maestra)
Vea además:
El descenso de la papa
Si hace una semana todas las calamidades que le habían caído a la papa parecían un exceso en los últimos 20 años, la vaguada que se formó al sudeste del golfo de México vino a demostrar que aquí le decíamos exceso a lo que todavía no lo era. Las lluvias han sido tan constantes que no ha alcanzado el buen tiempo para que la tierra se seque.
