Cuba.- Artículos en el periódico The Miami Herald y otros de la organización de prensa McClatchy, a la que pertenece dicho diario, comenzaron a fines del pasado mes de julio una nueva campaña calumniosa contra Cuba, citando para apuntalar la imputación a fuentes anónimas de inteligencia, práctica habitual a la que acostumbran esa organización periodística y sus redactores cuando la mentira es la base del reportaje.
La acusación es que Cuba está llevando a cabo esfuerzos para influir en las campañas electorales locales del estado de Florida en los Estados Unidos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza en los términos más categóricos la acusación. También deplora que el gobierno de los Estados Unidos, su Departamento de Estado y sus agencias de inteligencia no hayan descalificado la referencia directa a supuestas agencias de gobierno en cuya autoridad parecen descansar esos artículos calumniosos.
No puede el gobierno de Estados Unidos citar evidencia o indicio alguno, porque no existen, de que Cuba haya interferido o se haya propuesto interferir en sus procesos electorales, o que esté favoreciendo a político alguno del estado de Florida o de otro estado de ese país. Cualquier referencia al respecto es absolutamente mendaz.
Si no se tratara de una denuncia absolutamente infundada sobre un tema tan serio, el planteamiento provocaría asombro, pues podría interpretarse que el gobierno de Estados Unidos ha dado un giro de 180 grados y por primera vez en más de un siglo considera inapropiado interferir en los procesos electorales de otros países. No se aclara en ninguno de los artículos, sin embargo, si ese gobierno se propone abandonar una práctica tan ilegítima como inaceptable que desde de hace tanto acompaña a la política exterior estadounidense.
La Habana, 26 de agosto de 2024.
Jamás el indecoro y la mentira podrán socavar la integridad de Cuba
20 agosto 2024
Comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores
Una vez más, la invención y el delirio cobran vida en la construcción de una matriz de mentiras contra Cuba. El desespero para esconder el fracaso de los planes golpistas en Venezuela ha llevado a una personera de las oligarquías y de los intereses geoestratégicos estadounidenses a intentar engañar a la opinión pública con acusaciones falsas y malintencionadas, que pretenden implicar al Estado cubano en presuntas prácticas de represión, espionaje, persecución y tortura en ese país.
En torno a la citada promotora de mentiras, ha sido revelado recientemente que ha recibido cifras millonarias de dólares de un grupo de cabildeo estadounidense, con el propósito de financiar su campaña y generar desestabilización en Venezuela.
No es Cuba quien interfiere –y nunca lo hará– en la vida política y económica de otro país con sanciones, presiones y planes de cambio de régimen. No es Cuba quien lanza una campaña mediática para socavar la institucionalidad venezolana, poniendo en riesgo la vida de miles de personas y desconociendo la voluntad de la mayoría.
Como ha sido denunciado por este Ministerio, en las declaraciones del 31 de julio, el 2 y el 10 de agosto: quienes intentan imponer calumnias sobre Cuba son los mismos que apoyan y practican la intromisión, la manipulación y el estímulo a la violencia.
Conoce bien la oligarquía venezolana, que la Revolución Bolivariana puso fin a décadas de torturas, desapariciones forzadas y asesinatos. Por otro lado, los irresponsables falseadores de la realidad hacen caso omiso de las abultadas prácticas de injerencia y represión de sus mentores, los Estados Unidos de América.
Es conocido el papel estadounidense en el apoyo a la Operación Cóndor en América Latina y el Caribe y el entrenamiento a mercenarios y fuerzas militares golpistas. Washington fue responsable de los métodos de tortura y horror contra detenidos en Guantánamo, territorio cubano ilegalmente ocupado. Incluso, en ese mismo país se siguen registrando prácticas represivas contra su propio pueblo, como la acontecida hace unas semanas contra estudiantes universitarios que se manifestaban contra el genocidio en Gaza.
Cuba rechaza enfáticamente las falsedades que se fabrican para reforzar la política de acoso de varios gobiernos estadounidenses, de lo cual forman parte el endurecimiento del bloqueo económico y la irracional inclusión de Cuba en una lista unilateral de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, provocando con ello severas afectaciones a la población cubana en su conjunto.
Jamás el indecoro y la mentira que la derecha usa como estandarte podrán socavar la integridad de la Revolución Cubana, y tampoco podrán vencer sobre la voluntad de los pueblos.
La Habana, 20 de agosto de 2024