Por: Sheila Palomo Capote
CMKC Radio Revolución.- Santiago de Cuba se acerca a sus 505 años de vida. En ese tiempo la ciudad ha crecido no sólo en extensión sino en todos los aspectos.
La arquitectura, cultura, población, en la ciencia, el deporte, la salud y en muchos otros ámbitos.
Desde hace cinco años, cuando arribamos al quinto siglo, comenzó un remozamiento general de la ciudad que no ha parado y llegará a un punto álgido este 25 de julio.
Entre las novedades para este aniversario resalta la nueva luminaria que exhibe el céntrico Parque Céspedes.
Pero no sólo ello identifica hoy nuestra ciudad. Santiago se presenta como la siempre viva. Un lugar donde, aún en las noches… la ciudad brilla, palpita y se mueve al ritmo de su música y su cultura en general.
Nos acercamos entonces a la Plaza de Marte. Un lugar que resalta por la historia que guarda en sí.
Los santiagueros construyeron su plaza de Marte, la reconstruyeron y modificaron varias veces, hasta desembocar en el conjunto arquitectónico que vemos hoy.
Desde 1899, su nombre oficial e infructuoso (debido al arraigo en la expresión popular) es Parque de la Libertad. Ocupa una superficie de aproximadamente cinco mil metros cuadrados y es punto de concurrencia para importantes arterias de la ciudad, como la populosa calle Enramadas y la Avenida Victoriano Garzón.
La Plaza de Marte se ha ganado un lugar en el corazón de los santiagueros y es uno de los sitios más visitados por aquellos que hacen turismo en “Ciudad Héroe”, que se precia de ser rebelde y hospitalaria.
El entorno ofrece más que un simple parque para descansar o guarecerse del intenso sol del oriente cubano, es un símbolo de la ciudad y motivo de orgullo por su papel en la idiosincrasia e historia insulares.