A 122 años de La batalla Naval en Santiago de Cuba
Fotorreportaje: Santiago Romero Chang
Imágenes: Archivo histórico
CMKC, Radio Revolución.- La escuadra española fue enviada a una guerra perdida de antemano por unos dirigentes políticos que conocían la superioridad del enemigo.
El almirante Cervera y sus subordinados estaban resignados a ir a una guerra perdida en la que probablemente morirían.
Cervera y sus superiores mantenían posturas enfrentadas sobre la forma en que se debía actuar. Cervera acató siempre las órdenes recibidas, pero lo hizo a regañadientes, en el último momento y mostrando su disconformidad.
La decisión de Cervera de salir de Santiago a pleno día y pegado a la costa sólo se explica desde el punto de vista humanitario, para tratar de minimizar el número de víctimas en la batalla, lo cual confirma que Cervera daba por perdida la batalla antes de iniciarla.
Esta forma de pensar coincide con su decisión inicial de evitar enfrentarse a la escuadra estadounidense y esperar resguardado en el puerto, lo que resultó indudablemente erróneo y contraproducente.
El puerto de Santiago era aparentemente un buen refugio, pues ofrecía protección a la flota frente a un ataque de fuerzas navales, pero por esas mismas características resultó una ratonera para la flota española.
Aunque hay que reconocer que las fuerzas navales españolas eran notablemente inferiores a las estadounidenses, Cervera fue incapaz de idear una estrategia militar coherente y estructurada.
Una vez que se produjo el bloqueo a la bahía de Santiago de Cuba, el también capitán de navío Joaquín Bustamante había propuesto una salida nocturna escalonada, y Fernando Villaamil realizó una nueva propuesta para lanzar un ataque nocturno por sorpresa con torpedos con los dos destructores que le quedaban. Pero las tres propuestas fueron desestimadas por Cervera.
Además, otras decisiones de Cervera fueron probablemente erróneas: la distancia entre un barco y otro al salir fue excesiva, y resulta bastante discutible si el orden de salida elegido fue el más adecuado.
La batalla naval de Santiago de Cuba tuvo lugar el 3 de julio de 1898 a la salida de la bahía de Santiago de Cuba durante la guerra hispano-estadounidense.
Últimas palabras del Almirante Cervera antes del combate:
Ha llegado el momento solemne de lanzarse a la pelea. Así nos lo exige el sagrado nombre de España y el honor de su bandera gloriosa. He querido que asistáis conmigo a esta cita con el enemigo, luciendo el uniforme de gala. Sé que os extraña esta orden, porque es impropia en combate, pero es la ropa que vestimos los marinos de España en las grandes solemnidades, y no creo que haya momento mas solemne en la vida de un soldado que aquel en que se muere por la Patria.
El enemigo codicia nuestros viejos y gloriosos cascos. Para ello ha enviado contra nosotros todo el poderío de su joven escuadra. Pero sólo las astillas de nuestras naves podrá tomar, y sólo podrá arrebatarnos nuestras armas cuando, cadáveres ya, flotemos sobre estas aguas, que han sido y son de España ¡Hijos míos! El enemigo nos aventaja en fuerzas, pero no nos iguala en valor. ¡Clavad las banderas y ni un solo navío prisionero!. Dotación de mi escuadra:¡Viva siempre España!.
¡Zafarrancho de combate, y que el Señor acoja nuestras almas!
Locución del Almirante Cervera antes del combate