Audio: Sheila Idania Capote Palomo
Los Servicios bancarios están ante un reto indiscutible para avanzar en la estrategia económica del país calificó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, el ordenamiento monetario y cambiario en el país.
Este tiene un carácter interdisciplinario y transversal e incluye no solo la unificación monetaria y cambiaria, sino que implica además la eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas, así como la transformación de los ingresos.
Si de Servicios bancarios se trata, está el reto. A juicio del mandatario solo la “tarea ordenamiento” destraba la mayoría de los temas pendientes que hay en la economía, aunque ratificó que la unificación monetaria y cambiaria no constituye la solución mágica a los problemas económicos y financieros, “pero sí nos debe conducir a la elevación de la productividad del trabajo y a un desempeño más eficiente de las fuerzas productivas”.
Otro de los impactos en la población del ordenamiento monetario es que los trabajadores pertenecientes al sector empresarial, percibirán los beneficios de la gestión de su empresa, especialmente las pertenecientes al sector exportador.
El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, destacó recientemente que el ordenamiento monetario tendrá un impacto favorable en el incentivo a las exportaciones, pues hoy la sobrevaloración de la moneda nacional afecta las exportaciones y estimula las importaciones.
Por ejemplo, en la actualidad una empresa estatal que exporta un producto por un valor de 100 dólares recibe en su contabilidad ingresos calculados en 100 pesos moneda nacional. Muchas veces, con esos ingresos no logra cubrir sus costos.
Los cambios en la empresa estatal socialista son una de las cuestiones fundamentales en la nueva estrategia de desarrollo cubano. En tal sentido, Gil Fernández recordó que recientemente el Consejo de Ministros aprobó un grupo de 15 medidas encaminadas a perfeccionar esas entidades.
Esas decisiones se unen a otras 28 implementadas anteriormente.
- Se flexibiliza la distribución de utilidades a los trabajadores. Se elimina el límite de hasta cinco salarios medios y su condicionamiento al cumplimiento de los indicadores directivos del plan. Se aplicará en el 2021 con los resultados del 2020.
- Los trabajadores que se jubilan podrán ser contratados para ocupar igual cargo que el que desempeñaban, siempre que sea interés de la entidad.
- Se descentralizan la facultad de creación, fusión y extinción de empresas, así como la aprobación de los objetos sociales a los órganos, organismos y OSDE.
- Se amplían las facultades de las unidades empresariales de base (UEB) e incluso se evalúa algunas que puedan convertirse en empresas.
- Se aprueba la empresa filial, subordinada a otra empresa.
Del mismo modo, se inició y está en fase de implementación gradual un nuevo sistema de asignación de divisas en la economía, más descentralizado y que favorece la gestión empresarial y el encadenamiento productivo.
Respecto a la creación de la micro, pequeña y mediana empresa, el ministro de Economía explicó que no es un propósito detenido y que se trabaja de manera intensa. El propósito es concebirla tanto para el sector estatal como para el privado, y en cada caso garantizar el acceso a fuentes de financiamiento, tanto crediticias o presupuestadas, para fomentarla.
Del mismo modo, Gil Fernández resaltó la importancia de lograr un funcionamiento armónico y en similares condiciones entre los distintos actores de la economía: empresa estatal (incluye la empresa filial y la micro, pequeña y mediana empresa), las empresas mixtas, las cooperativas y el trabajo por cuenta propia.
Dos elementos fundamentales que deberá traer consigo el proceso de ordenamiento monetario en el país es propiciar a que las personas busquen empleo, a la vez que el trabajo se convierta en la principal fuente de ingresos del trabajador y su familia.
La reforma salarial tiene que servir como punto de partida para aumentar la productividad del trabajo y constituir un estímulo para hacerlo.
Una situación archiconocida es la existencia de un grupo de personas que están desmotivadas y no trabajan, aun encontrándose en condiciones para hacerlo. Varias pudieran ser las causas, una de ellas tiene que ver con el salario.
Por cada núcleo familiar, señalan estimaciones oficiales, trabajan 1,2 personas y estos tienen que mantener 1,7 personas. Esta fuerte carga no solo recae en la economía doméstica, sino que se multiplica en grandes proporciones en el ámbito financiero nacional.
Sobre este propio tema reflexionó en su más reciente comparecencia en la Mesa Redonda, el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil.
“Quienes trabajamos con el Estado vamos a agradecer el aumento salarial y que el trabajo sea la principal fuente de ingresos. Va a ser difícil vivir sin trabajar, pero en medio de ese contexto daremos todo el apoyo a las personas vulnerables y no aptas para hacerlo. El ordenamiento monetario generará importantes beneficios para todos”, concluyó.