Con el objetivo de difundir información sobre el Alzheimer y su prevención mediante estilos de vida saludables, celebraron la víspera el Día mundial de la lucha contra la enfermedad en Santiago de Cuba.
Representantes de la Salud Pública, Cultura y el Deporte propiciaron la participación de los ancianos de la casa de abuelos Corazones contentos, de esta ciudad, en juegos interactivos y promovieron la importancia de la actividad física para el envejecimiento activo.
Según refirió a la Agencia Cubana de Noticias Daniel Portuondo, especialista del Centro de Promoción de Salud en la provincia, la cita propició el intercambio sobre la protección a los cuidadores, dada la tendencia al intenso desgaste físico y emocional sufrido por ellos.
Manuel Moreno, especialista en Medicina General Integral, calificó de primordial las áreas de atención primaria de salud para el diagnóstico y tratamiento ambulatorio a los pacientes y significó el trabajo en equipo desarrollado por galenos de diferentes disciplinas en las pesquisas de deterioro cognitivo.
El también residente de Gerontología y Geriatría señaló los exámenes periódicos realizados a mayores de 60 años, a fin de evaluar la situación afectiva y social de los adultos mayores, y la habilitación de una consulta a nivel hospitalario para el seguimiento a los enfermos.
Respecto a las acciones comunitarias, Néstor Batista, geriatra, subrayó la orientación constante a las familias en los barrios, en aras de promover la búsqueda de opiniones profesionales ante el más mínimo síntoma de alerta.
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa, no obstante, existe la posibilidad de mitigar sus efectos y retrasar la evolución progresiva mediante ejercicios de socialización, apuntó.
Día Mundial del Alzheimer: 21 de septiembre
Cada 21 de septiembre deviene fecha propicia para concientizar sobre el padecimiento, principal causa de demencia en Cuba. (ACN)
NeuroEpo: medicamento de Cuba para combatir el Alzheimer
Cuba Día Mundial del Alzheimer
Enfermedad de Alzheimer(EA), también denominada mal de Alzheimer, o demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA) o simplemente alzhéimer. Es una Enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales.[1]
Es una enfermedad irreversible y progresiva del cerebro que lentamente destruye la memoria y las aptitudes del pensamiento, y con el tiempo, hasta la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples. En la mayoría de las personas afectadas con esta enfermedad, los síntomas aparecen por primera vez después de los 60 años de edad.
El Alzheimer es la causa más común de demencia en las personas mayores. La demencia es la pérdida del funcionamiento cognitivo, o sea, pensar, recordar y razonar, a tal grado que interfiere con la vida y las actividades diarias de una persona.
La enfermedad toma su nombre del Dr. Alois Alzheimer. En 1906, el Dr. Alzheimer notó cambios en los tejidos del cerebro de una mujer que había muerto de una rara enfermedad mental. Sus síntomas incluían pérdida de la memoria, problemas de lenguaje y comportamiento impredecible. Después que la mujer murió, el Dr. Alzheimer examinó su cerebro y descubrió varias masas anormales (actualmente llamadas placas amiloideas) y bultos retorcidos de fibras (actualmente llamados ovillos o nudos neurofibrilares).
Las placas y los ovillos en el cerebro son dos de las características principales de esta enfermedad. La tercera característica es la pérdida de las conexiones entre las Células nerviosas, las neurona y el cerebro.
A pesar de que no sabemos qué inicia el proceso de la enfermedad de Alzheimer, sabemos que el daño al cerebro empieza de 10 a 20 años antes de que algún problema sea evidente. Los ovillos empiezan a desarrollarse en la parte profunda del cerebro, en una zona llamada corteza entorinal, y las placas se forman en otras zonas. A medida que se van formando más y más placas y ovillos en zonas particulares del cerebro, Las neuronas sanas empiezan a funcionar con menos eficacia. Luego pierden su habilidad de funcionar y comunicarse entre sí, y finalmente mueren. Este perjudicial proceso se propaga a una estructura cercana, llamada el hipocampo, el cual es esencial en la formación de recuerdos.
A medida que aumenta la muerte de las neuronas, las regiones afectadas del cerebro empiezan a encogerse. Cuando se acerca la fase final de la enfermedad, los daños se han extendido ampliamente y los tejidos del cerebro se han encogido considerablemente.