El Departamento de Estado publicó el informe sobre el terrorismo, y mantuvo a Cuba en la espuria lista de naciones que lo patrocinan.
La administración de Joe Biden publicó este martes el Informe de Estados Unidos sobre el terrorismo y mantuvo, en la espuria lista, la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo.
El verdadero propósito de calumniar a la Isla como «terrorista es justificar el bloqueo ilegal de Estados Unidos contra Cuba», condenó la Red Nacional sobre Cuba, en su cuenta en Twitter, en la que afirma que esa política es cada vez más rechazada en ese país.
Fue el gobierno de Ronald Reagan, en 1982, el que incluyó, por primera vez, a la Mayor de las Antillas en esa relación; en 2015, la administración de Barack Obama la excluyó, y luego, en su última semana en el cargo, y días antes de que Joe Biden asumiera, el expresidente Donald Trump volvió a poner a Cuba en ese catálogo imperial, el 12 de enero de 2021.
Biden ha ratificado esa condición y ahora vuelve a hacerlo, a pesar de que dijo, en su campaña electoral, que revertiría las sanciones más severas de Trump y volvería a las políticas de normalización de la administración de Obama, pero no ha cumplido.
Ni el gobierno de Reagan ni los que vinieron después, y tampoco el de ahora, mostraron evidencias sobre esos «actos». Cuba no tiene un ápice de política terrorista, ha tenido una posición frontal contra a ese flagelo. Lo que sí le ha sobrado son los efectos del terrorismo, auspiciado, justamente, por el Gobierno que se abroga el derecho de acusarla.
Desde 1959, el pueblo cubano ha sido víctima del terrorismo de Estado de los sucesivos gobiernos estadounidenses, que ha incluido la explosión de un avión en pleno vuelo, invasión a su territorio, objeto de guerra biológica y del acto más flagrante de violación de los derechos humanos, un bloqueo que intenta matar por hambre y desasosiego a la población de una nación.
Cuba, en lugar de exportar armas a todo el mundo, tiene una larga historia de internacionalismo de salud en todos los confines del mundo. ¿Por qué un país que esparce salud por todo el planeta es señalado como patrocinador estatal del terrorismo? ¿No es un acto de terror negarle a un pueblo la posibilidad de comprar el oxígeno en plena pandemia de la COVID-19, como hizo Estados Unidos con Cuba?
La verdad se las dijo el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, el 17 de mayo de 2005: «El terrorismo en el más moderno y dramático concepto, con el apoyo de sofisticados medios técnicos y explosivos de gran potencia, fue creado y desarrollado por los propios gobernantes de Estados Unidos para destruir nuestra Revolución».
Estados Unidos no tiene moral para acusar a Cuba. Tiene el tejado de vidrio.