La bancarización que se implementa hoy en el país es una respuesta estratégica a la necesidad de tener un sistema bancario modernizado, tecnológicamente más avanzado, que cubra la demanda creciente de cada uno de sus clientes, desde las personas naturales hasta las empresas estatales y los diferentes actores económicos.
Así lo ratificó el ingeniero Alberto Quiñones Betancourt, vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), al intervenir en el programa Mesa Redonda, para continuar aclarando dudas e inquietudes de la población respecto al proceso que se implementa desde principios de este mes.
Acerca de la interrogante de si la bancarización es la causante del problema que se vive, o podría estar siendo la solución, señaló, como se ha explicado en programas anteriores, que hoy el servicio de la red de oficinas bancarias es crítico por varias razones, objetivas y subjetivas, pero principalmente por la demanda de dinero en efectivo.
«Es creciente la demanda de efectivo contra unos ingresos en efectivo que no respaldan el quehacer de cada una de las sucursales. Por lo tanto, impone en el sistema bancario un mayor nivel de flujo y de organización, con una logística que tiene que emprender en todo este sentido», explicó.
Dentro de esas acciones organizativas y estratégicas, precisó, la bancarización es una de ellas, la cual se encuentra en un proceso inicial de información, de ir a cada uno de los clientes para conocer sus necesidades, así como explicar las facilidades de determinados servicios financieros.
¿Por qué ahora? El directivo explicó que, aunque se venía trabajando desde antes, se escogió agosto, porque venía aumentando el nivel crítico del servicio del sistema bancario.
«Por lo tanto, seguir esperando podría hacer que el servicio en el sistema bancario llegara, incluso, a ser ínfimo. Era necesario implementar esta estrategia de bancarización», apuntó.
Reiteró el principio de que se trata de un proceso gradual y paulatino, que tendrá el tiempo que sea necesario para implementarse.
Indicó que será gradual, para avanzar más rápido donde estén creadas las condiciones, y donde no estén aseguradas, avanzar en la creación de esas condiciones.
El ingeniero Quiñones Betancourt refirió que el punto novedoso de este proceso está en un grupo de acciones dirigidas a mejorar la situación del sistema bancario, pero siempre teniendo al cliente en el centro de cada una de las preocupaciones.
NO DESAPARECERÁ EL EFECTIVO
El Vicepresidente del BCC ratificó categóricamente, como se ha dicho desde un principio, que no desaparecerá el efectivo. El efectivo –argumentó– es un medio de pago autorizado por el BCC, que coexistirá con los demás instrumentos de pago avalados por la entidad.
«El proceso de bancarización lo que viene es a estimular de forma creciente el uso de esos otros instrumentos de pago, con mayor prioridad en los canales electrónicos de pago. ¿Por qué mayor prioridad en estos? Porque son canales seguros, rápidos, cómodos y, por lo tanto, todo eso da una respuesta necesaria para cada uno de los actores de la economía», puntualizó.
Sobran las limitaciones para la extracción y manejo de efectivo, que se les están imponiendo también a personas naturales, explicó que antes del 2 de agosto, fecha en que se inicia la bancarización, ya existían limitaciones para las personas naturales, las cuales no eran visibles, porque tenían lugar en contextos de municipios o localidades donde el servicio era crítico.
No obstante, reiteró que las limitaciones dispuestas en la Resolución 111 son para los actores económicos, en tanto que los límites administrativos que se han impuesto en algunas sucursales a las personas naturales se deben a las condiciones logísticas actuales, con el objetivo de garantizar un servicio más amplio a una mayor cantidad de personas. Esos límites para las personas naturales irán desapareciendo, aseguró.
LA BANCARIZACIÓN NO ES PROCESO NUEVO
El ingeniero Quiñones Betancourt precisó que la bancarización es un proceso que los diferentes bancos del país ofrecían desde el año 2018, sobre todo con la llamada bonificación, que para el cliente se traduce en un descuento por la compra de bienes y servicios mediante el uso de canales electrónicos.
«Este es un proceso en el que veníamos trabajando. La bonificación estaba en un 3 % para un grupo reducido de comercio, pero como parte también de las acciones que estamos desplegando de conjunto con la implementación de la bancarización, se decidió extender la bonificación a un 6 % a otro grupo de comercios para todos los actores económicos», comentó.
Respecto a la bonificación del 6 %, recientemente establecida, aclaró que el centro de cualquier medida del sistema bancario siempre va a estar en la población, por lo que esta bonificación está destinada a los clientes, a los consumidores y a las personas naturales por hacer sus pagos de forma digital.
Destacó que es una forma también de incentivar para que las personas vayan a los comercios y puedan pagar por los medios de pago electrónico en este caso, al tiempo que se convierte en un atractivo más, incluso un beneficio para las personas.
El directivo del BCC dijo que, en el caso del comerciante, este tiene otras vías para brindar su servicio o productos.
«Por lo tanto, que las personas puedan pagar de una forma cómoda, ágil y segura es un beneficio que ya tiene intrínseco el comerciante, y es por eso que la Resolución 111 también
establece la necesidad de que cada uno de los comerciantes tengan la posibilidad de tener todos los canales de pago electrónico implementados para que sean las personas las que puedan escoger cuál es su mejor medio de pago», aseveró.
Sobre la habilitación de los medios electrónicos de pago, Quiñones Betancourt reiteró la disposición de Fincimex de trabajar con cualquier actor económico, ya sea una entidad estatal, las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme), las cooperativas no agropecuarias (CNA), o incluso hasta un trabajador por cuenta propia.
Esto –apuntó– requerirá un mínimo de condiciones técnicas en ese local para instalar los pos y también estará en proporción con la disponibilidad que tenga Fincimex de estos equipos, que resultan costosos para la situación actual del país.
Acerca de la situación con los actores económicos que se nieguen a aceptar la transferencia eléctrónica, el directivo del BCC subrayó que lo principal ahora es conversar, dialogar y llegar a un entendimiento entre los bancos y los clientes.
No obstante, precisó que siempre se actuará bajo los marcos de la legalidad. En este caso, explicó que el proceso se ampara en una norma emitida con todas las facultades del Banco Central de Cuba y una serie de aspectos que también están regulados en la actividad financiera, en el tema del uso de las cuentas bancarias que tienen que tener las personas con su banco, y el uso eficiente, seguro y legal de cada uno de estos movimientos.
ESTÁ ASEGURADO EL PAGO A LOS JUBILADOS
El Vicepresidente del BCC informó que el pago a los jubilados –que comenzará el próximo viernes 18 de agosto– está asegurado, a partir de un trabajo intenso en el cual participa no solo el Banco, sino también la Casa de Cambios (Cadeca), el grupo empresarial Correos de Cuba y otras entidades de apoyo.
Comunicó que el sistema bancario, dado el proceso en que hoy se encuentra, ha decidido –con la disposición de los trabajadores– que prestará servicios el sábado y el domingo próximos. Este, precisó, es un servicio que tiene como propósito primero al jubilado, el depósito y sobre todo la carga de efectivo, que es automática.
Resaltó, por último, que los cajeros automáticos, aunque todavía no prestan el servicio ideal, han extendido su horario, y hoy se puede encontrar equipos con dinero por más tiempo.
Autor: Liz Caridad Conde Sánchez