Santiago de Cuba, CMKC, Radio Revolución.- Ubicada en la cercanía geográfica del activo corredor para el tráfico de drogas que une al mayor consumidor del mundo (Estados Unidos) y al más alto productor (Colombia), Cuba, además de su declarada política de tolerancia cero sobre el comercio y consumo de estupefacientes, tiene siempre en vigilia las fuerzas combinadas que evitan que lleguen a las costas cubanas.
Creados hace 50 años, los destacamentos populares Mirando al mar resultan una de esas barreras infranqueables que, integrados por cubanos sin otra distinción que ser miembros de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), se articulan con las misiones de las Tropas Guardafronteras del Ministerio del Interior, y ponen coto al peligro social que significan las drogas.
En reconocimiento a la labor silenciosa, pero contundente de esas estructuras, la dirección nacional de los cdr impone el sello 50 Aniversario a 700 de sus integrantes que, a lo largo del perímetro litoral del archipiélago, también enaltecen, con su tarea, la rica historia de la mayor organización de masas del país, próxima a cumplir 60 años.
En declaraciones a Granma, Julia Durruty Molina, miembro del Secretariado Nacional de los CDR, exaltó la diversidad de misiones a cargo de estas fuerzas, como «la localización de recalos de drogas, el avistamiento de lanchas rápidas asociadas al narcotráfico internacional, e incluso, la detección de intentos de salida o penetración ilegales al país».
En toda Cuba existen hoy 304 de estos destacamentos, integrados por más de 7 000 miembros, de los cuales el 25 % son jóvenes, quienes contribuyen, además, al combate de otras ilegalidades en los litorales, como las que atentan contra la flora y la fauna costeras.
*Gladys Leidys Ramos López