El Horario normal en Cuba está vigente desde las 12 de la noche, con el objetivo de un mejor aprovechamiento de la luz del día y ayudar en el programa estratégico nacional de ahorro energético.
Para aprovechar con más eficiencia el tiempo diurno se establecen los usos horarios que consiste en adelantar una hora a los relojes a principios de la primavera y se regresan de nuevo en otoño.
Muchas culturas antiguas, en cambio, alargaban las horas diurnas en verano. Esta práctica se empleó ampliamente durante la Primera Guerra Mundial con el fin de ahorrar carbón.
A partir de entonces, muchos países lo emplean. El incremento vespertino de luz puede ayudar a disminuir los accidentes de tráfico.
Se dice que mediante el horario de verano se ahorra energía eléctrica al reducirse la necesidad de iluminación artificial.
Para algunos este hecho no deja claro la verdadera intención de ahorrar pues se crean picos eléctricos durante el verano que incrementan el consumo.
El ahorro es importante para el futuro y el presente económico a escala planetaria. Con el tiempo los medios de producción se vuelven obsoletos y conviene actualizarlos para ponerlos a tono con las exigencias de producción actuales. Este hecho implica una inversión, esta es más eficiente si el dinero para la misma fue ahorrado previamente.
El ahorro de petróleo significa la extensión de su uso para años venideros, así sucede con los recursos maderables, los comestibles, el agua, la electricidad y minerales cuyas reservas en el planeta son limitadas.
Sin energía eléctrica no sería posible la sociedad moderna. Mientras más se desarrolla la humanidad, más dependiente se hace de tecnologías que requieren del uso de la electricidad.
Hoy es un hecho común disponer de electricidad, que solo apreciamos su importancia cuando ocurren los indeseados apagones.
El 98 por ciento de los hogares cubanos tiene acceso al servicio eléctrico. Disponer del servicio y pagarlo no da derecho al despilfarro. Tampoco hay derecho a malgastar la electricidad, usarla racionalmente es un deber social y una muestra de educación energética.
El ahorro es, de alguna manera, la contrapartida del sobre consumo. Existe un nivel de ahorro que habría que intentar conseguir, que es el nivel suficiente para poder afrontar algún imprevisto de índole normal.
Ahorrar no significa en modo alguno evitar consumir lo necesario pues de este modo la calidad se pierde. Ahorra electricidad, agua, tiempo, combustibles, alimentos, dineros y planifica el futuro que siempre será de los que te seguirán y ahorra para ellos el planeta en que convivimos.
Por eso, A la una de la madrugada del domingo 1ro de noviembre, se atrasó una hora los relojes para restablecer el horario normal en todo el territorio nacional y coincidir de esta forma con los países del hemisferio norte, informa una nota de la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía (Onure).
Este cambio de hora implica un aumento en la demanda de la electricidad en el horario pico, debido a la coincidencia de un mayor uso de la luz artificial y la cocción de alimentos entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche.
En consecuencia, la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía llama a fomentar el ahorro como una práctica de vida en hogares y centros de trabajo. Que encender solo las luces y equipos necesarios, así como desplazar las actividades del hogar fuera del horario pico, sean parte de la cotidianidad del cubano.