Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de Boniato: 30 de noviembre 1956

Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang
Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang
Carlos Julio Iglesias Fonseca
Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang

Imagen web: Santiago Romero Chang
Carlos Julio Iglesias Fonseca, Nicaragua, fue uno de los comandantes guerrilleros y jefes de columnas, el grado y cargo más altos que se otorgaban en el Ejército Rebelde, alcanzados solo por una veintena de combatientes.

Nicaragua,, nacido el 27 de mayo de 1930, en La Maya, Alto Songo, en la antigua provincia de Oriente, falleció en La Habana el pasado 5 de marzo de 2021, a los 90 años de edad. De ascendencia española y mexicana, sus padres eran dueños de una finca de café en Jarahueca.

Situaciones familiares llevaron a Nicaragua, a vivir a Santiago de Cuba a los ocho años; en esa ciudad realizó los estudios primarios en el colegio católico Dolores y la segunda enseñanza en la Escuela de Comercio. El sobrenombre de Nicaragua le vino de la confusión en el colegio con el hijo del cónsul de ese país, y por más que aclaró la equivocación le acompañó de modo inseparable en la vida.

Nicaragua, residía en Vista Alegre, barrio aristocrático de Santiago, era novio de la hija del fiscal de la provincia, tenía amistades influyentes y llegaron a invitarlo a conspirar integrantes del partido Auténtico de aquella época, pero no se inmiscuyó en eso. El golpe de Estado, el 10 de marzo de 1952, lo sorprendió cuando trabajaba en el Trust Company, y el hecho le produjo un fuerte rechazo por la euforia que apreció en la gerencia donde laboraba.

Un muchacho más joven que Nicaragua

Conocía al combatiente clandestino José Cala Benavides, Pepe, mensajero de la Prewi (comunicaciones por cables), quien un día le comentó a Nicaragua: «A estos guardias lo que hay es que caerles a tiros». En otra ocasión invitó a Nicaragua, a asistir a una reunión. Allí llegó un muchacho más joven que él y le preguntó: «Tú eres el blanquito vistalegrino». Era Frank País; sacó unas armas y enseñó a utilizarlas a los allí reunidos.

Asesinato de Frank País y raúl Pujols
Frank País y raúl Pujols. Por entonces, hubo un momento en que traidores al Movimiento robaron y vendieron unas armas. Frank encomendó a Nicaragua y fueron ejecutadas las sanciones correspondientes.

Terminó y se despidió, pero cuando Nicaragua lo suponía alejado de aquel sitio, salió a la calle y lo vio en la esquina a la espera de un ómnibus con aquel «arsenal». 

A través de Cala, y luego directamente con Frank, transitó de militante revolucionario hasta sustituto del jefe de Acción Nacional del Movimiento 26 de Julio en los días que este estuvo detenido y sujeto a juicio.

Por entonces, hubo un momento en que traidores al Movimiento robaron y vendieron unas armas. Frank encomendó a Nicaragua y fueron ejecutadas las sanciones correspondientes.

Por su actividad revolucionaria fue denunciado y guardó prisión en la cárcel de Boniato. Él no conocía sobre los preparativos del levantamiento en Santiago, hasta que dos o tres días antes de las acciones lo visitó Josué País y lo previno por indicaciones de su hermano. De inmediato este solicitó autorización a Frank para realizar una acción en la cárcel el mismo día y hora en que se produciría el alzamiento en Santiago.

Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang
Carlos Julio Iglesias Fonseca
Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang

Rebelión y fuga de la cárcel     

Con la participación de los presos políticos del penal y el apoyo de algunos reos comunes se inició la rebelión en Boniato a las siete de la mañana del 30 de noviembre de 1956.

Nicaragua desarmó a un guardia en la galera, liberó a Orlando Benítez, Lalo, y a Orestes Álvarez, Indio Sabú, a la vez que Braulio Curuneaux y Raúl Menéndez Tomassevich –participantes del complot– hicieron lo suyo con la guarnición de la prisión, recogieron las armas y partieron rumbo a Santiago. A la ciudad llegó Nicaragua y Frank lo nombró su segundo, con la anuencia de Haydée Santamaría, Armando Hart y Vilma Espín.

Con ellos participó en la organización y preparación del primer refuerzo destinado a  la Sierra Maestra. Antes de caer preso, Frank le indicó marchar hacia las montañas, coordinar el envío de un lote de armas desde Santiago que se pretendía utilizar en el combate de Uvero, e informarle a Fidel sobre el proyecto de apertura de un segundo frente en el entonces central Miranda. Después de recibir las instrucciones del jefe rebelde, Carlos Iglesias se reincorporó a su incesante actividad revolucionaria.

Bajo una feroz persecución por los órganos represivos del régimen fue circulado, descubierto y detenido en Las Tunas, de regreso de La Habana hacia Santiago de Cuba. Logró salvar la vida de las garras de asesinos de la dictadura gracias a la rápida movilización del Movimiento, que hizo pública la detención del revolucionario, y a la demanda de habeas corpus que interpuso el abogado Grillo Longoria.

Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang
Carlos Julio Iglesias Fonseca
Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang

Asalto al tren central y rescate

En la prisión nuevamente, no dejó de pensar en la posibilidad de evadirse de los lugares a donde lo destinaron, primero del presidio de Isla de Pinos y luego del Castillo del Príncipe en La Habana. En ese plan de fuga participaron dos destacadas revolucionarias que resultaron claves en la acción: Martha Correa y Nancy Ojeda.

A través de ellas mantuvo informada a la dirección del Movimiento. En esos días conoció a través de un preso común que alguien «grande» había caído en Santiago de Cuba. Era Frank País, jefe y compañero de lucha y acciones comunes. Ese día, sin dotes de poeta, escribió un poema al compañero entrañable y renunció a su hora diaria de sol.

Frank País García
A través de ellas mantuvo informada a la dirección del Movimiento. En esos días conoció a través de un preso común que alguien «grande» había caído en Santiago de Cuba. Era Frank País, jefe y compañero de lucha y acciones comunes.

Una vez conocido el día y la hora de la partida del tren central rumbo a Santiago para la celebración del juicio, se desencadenó el plan de fuga. El entonces Comandante Raúl Castro Ruz, jefe del Segundo Frente Oriental Frank País, dispuso la fuerza que actuaría en el rescate: un comando de la Columna 17 Abel Santamaría, al mando del capitán Raúl Menéndez Tomassevich.

Fidel, Raúl y el Che en la lucha revolucionaria.
Fidel, Raúl y el Che en la lucha revolucionaria.

A la altura de Palmarito de Cauto se produjo el asalto al tren, con lamentables bajas por ambas partes. El prisionero fue rescatado el 12 de agosto de 1958.

Fue miembro de la Dirección Nacional del Movimiento. En virtud de los méritos acumulados, el día 20, con la aprobación de Fidel, Raúl lo ascendió a comandante del Ejército Rebelde, y el 15 de octubre, mediante la orden No. 47 del jefe del Frente, resultó nombrado jefe de la Columna 16 Enrique Hart.

Al triunfo de la Revolución fue designado jefe de la Policía Nacional Revolucionaria de Santiago de Cuba. Posteriormente, en La Habana, desempeñó importantes tareas en las FAR. En 1963, en la responsabilidad de jefe de la Sección Política del Ejército de Occidente, partió a cumplir misión internacionalista en Argelia, como instructor político de una agrupación de tropas al mando del comandante Efigenio Ameijeiras Delgado.

Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang
Carlos Julio Iglesias Fonseca
Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang

A su quehacer revolucionario y reconocida autoridad sumó otras tareas militares y civiles hasta su jubilación.

Autor: Ernesto Pérez Shelton | internet@granma.cu

Nicaragua falleció en la mañana del viernes 5 de marzo de 2021, a causa de un tromboembolismo pulmonar, a la edad de 90 años. Su cadáver fue expuesto el sábado 6 de marzo de 2021, entre las 09:00 y las 11:00 del día, en la funeraria de Calzada y K, para posteriormente rendirle homenaje póstumo y y realizar ceremonia de inhumación en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la Necrópolis de Colón.
Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang
Nicaragua, Comandante del Ejército Rebelde, en la fuga de los presos de Boniato. Imagen web: Santiago Romero Chang

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