Por Luis Enrique Ramos
Cambio de horario.- Un siglo atrás no se cambiaba la hora en Cuba, ni era posible hacerlo, porque no existía una hora oficial única para toda la República. Por esa razón, el horario de verano adoptado por Estados Unidos en 1918, al objeto de ahorrar energía en el contexto de la Primera Guerra Mundial, solo pudo aplicarse en Cuba muchos años después.(Cubadebate)
En 1923, la capital de la República no tomaba su hora del meridiano 75 grados oeste de Greenwich, como ocurre en la actualidad, sino del meridiano 82 grados, 20 minutos y 33 segundos, cuya posición marcaba un pilar de concreto erigido en el Observatorio Nacional, en la loma de Casa Blanca.
Entre el meridiano de La Habana y el meridiano 75 oeste, que cruza por las inmediaciones de Yateras (Guantánamo), hay una separación aproximada de 7 grados y 20 minutos de longitud geográfica, lo que determina que entre ambos lugares haya, en números “redondos”, una diferencia de 29 minutos de tiempo.
Las diferencias tiempo/meridianos son relativamente fáciles de apreciar. Si viéramos por televisión desde cualquier localidad del centro o el occidente del país un juego de béisbol que se transmita al final de la tarde desde el estadio Guillermón Moncada, en Santiago de Cuba, nos será posible observar que cuando el sol aún se aproxima al horizonte, las luces del Guillermón ya están encendidas.
