Texto y fotos: Carlos Sanabia Marrero
Santiago de Cuba, El Cobre.- Disfrutando la obra de la Revolución con beneficios que motivan alegría de vivir, los habitantes del poblado de El Cobre, celebraron el Aniversario 63 de su definitiva liberación por tropas rebeldes del III Frente Oriental “Mario Muñoz Monroy”, al mando del Comandante Juan Almeida Bosque.
“El 17 de diciembre de 1958 se puso fin aquí, en El Cobre, a la dominación esclavista, a la explotación, a la dominación económica, política y social de las capas dominantes en los procesos vividos, desde la rebelión de los esclavos hasta la triunfante revolución dirigida por Fidel, que llevó al pueblo cubano a disfrutar de su verdadera independencia”, recordó el Presidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución en Santiago de Cuba, Coronel de la Reserva Adolfo Pérez Pestana.
En sus palabras estimó oportuno recordar al Mayor General Flor Crombet, nacido en El Cobre y quien participó en las tres guerras de independencia acompañando al General Antonio Maceo en la histórica Protesta de Baragua; “su ejemplo continúa inspirándonos”, afirmó.
Únicamente trastocada por las medidas del inhumano bloqueo de los Estados Unidos, la placentera vida de los habitantes de El Cobre, trascurre dedicada a sus principales actividades que son: los servicios y la producción agrícola, para las que disponen de infraestructuras como pocos Consejos Populares en el país.
A la necesidad de preservar esas conquistas resistiendo la agresividad del actual gobierno norteamericano, se refirió la integrante del Buró del Partido Comunista en el Municipio de Santiago de Cuba, Keisa Reyes Torreblanca, resaltando el esmerado servicio prestado por el personal de la salud del hospital “Ambrosio Grillo” y del policlínico de El Cobre en el enfrentamiento a la Covid.
La celebración fue oportuna para que trabajadores y jóvenes destacados recibieran el carnet del Partido y de la UJC, de manos de la integrante del Buró Provincial del Partido, Yudeski Ortiz Barceló y del Primer Secretario del la Organización Política en el municipio Santiago de Cuba, Julio Cesar Rodríguez Lao,.
La toma del poblado de El Cobre, donde se encuentra el santuario erigido a la Virgen Patrona de Cuba, fue decisiva en el cerco de los tres frentes rebeldes en diciembre de 1958 a la capital oriental, donde se encontraban acantonados cinco mil efectivos del ejército del régimen proimperialista del dictador Fulgencio Batista.
III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba
Tras la liberación del Cobre tropas de los tres frentes rebeldes tomaron Palma Soriano el 27 de diciembre, el 30 Maffo y tras la huida del tirano en la madrugada del primero de enero de 1959, el cuartel Moncada se rindió ante el entonces Comandante de 27 años de edad, Raúl Castro Ruz, posibilitando la triunfal entrada de Fidel a Santiago, donde proclamó a Cuba.
Con Filo: De colonizadores y cipayos (+ Video)
Cinco Palmas, la profecía inquebrantable (+ Video)
El Cobre. Consejo popular ubicado en el municipio de Santiago de Cuba, a 24 km al noroeste de la ciudad de Santiago de Cuba.
Limita
- Al norte con el municipio San Luis y el poblado de Boniato,
- Al sur con el municipio Guamá y el consejo popular Agüero-Mar Verde,
- Al este con el consejo popular Agüero-Mar Verde y el Distrito José Martí y
- Al oeste con el consejo popular de Dos Palmas. Su extensión territorial es de 169,5 km2.
En el primer cuarto del siglo XVI fuera descubierta la existencia de cobre en un cerro llamado del Cardenillo, a unas 4 leguas (20 km) de la villa de Santiago de Cuba. Aunque cabe señalar que los primeros intentos de explotación fueron infructuosos, derivados de la imposibilidad de fundir el metal, por carecerse de técnicos o expertos en fundición.
Después de varios intentos entre los que cabe mencionar el del flamenco Gaspar Lomans o Lomanes, la etapa más fructífera la constituye la del alemán Juan Tezel, quien logró extraer y fundir cobre. Pero su empresa estuvo mercada por serias desavenencias con las autoridades del cabildo y los vecinos de Santiago de Cuba.
A partir de este momento comenzaron a establecerse los primeros pobladores en el valle cercano a las minas en el terreno regado por un arroyo y que resulta ser en definitiva el punto de ubicación que tiene el actual poblado. Su nombre original Santiago del Prado es el resultado presumible de la cercanía del mismo a Santiago de Cuba y el hecho de estar extendido el mismo sobre un prado.
Los pobladores iniciales fueron unos pocos europeos, indios y negros africanos, sobre estos últimos recayó las difíciles tareas del laboreo minero dada su condición de esclavos. Todo este rico entramado social permitió el advenimiento de una cultura mestiza, de criollos.
Celebra El Cobre 63 años de su liberación, resistiendo y avanzando https://t.co/CeNbD93Ihl #CubaViveEnSuHistoria #SantiagodeCuba @LaCmkc @RamnMonte1 @BeatrizJUrrutia @oshun1958 @Yuniorsantiago7 @Gob_StgoDeCuba @olgathaureaux @dpestgo @UOCuba @StgoUnimed @mambisa25 @BaClaro
— Compay Naguito (@CompayNague) December 19, 2021
El capitán de artillería Francisco Sánchez de Moya dejaría fundado por instrucciones de la corona en enero de 1599, inmediato al cerro, el pueblo de Santiago del Prado para facilitar la organización de la empresa cuprífera. En 1601 ya quedaría levantada la iglesia bajo la advocación de Santiago el Mayor. Sánchez de Moya adquirió partidas de bozales en su mayoría de Angola y comenzó por abrir socavones y construir hornos para extraer y beneficiar el mineral.
Transcurrida una década el número de esclavos era casi de trescientos, y para mantener su obediencia aplicó una serie de medidas como la construcción de bohíos y el reparto de tierras, de igual modo el trato a los esclavos tuvo diferencias respecto del trato que recibirían con posterioridad. Sánchez de Moya trajo de Illescas una imagen de nuestra Señora Guía Madre de Dios y la colocó en la ermita.
El encargado de suministrar la doctrina cristiana entre los esclavos fue el ermitaño Mathias de Olivera. Al concluir el Siglo XVII la mayoría de los vecinos vivían en bohíos de yagua y pisos de tierra, cultivaban las parcelas o se empleaban como peones de los vecinos blancos de Santiago de Cuba con tierras arrendadas en los alrededores. Tal situación evidencia un precario esquema urbano sin definición aún de componentes estructurados.
Francisco Sánchez de Moya administró las minas con eficiencia. Y su periodo de mandato es calificado por algunos estudiosos como: el periodo de oro de la minería colonial del cobre, al estabilizar la extracción y suministro de cobre que la Corona demandaba. Sánchez de Moya también sentó las bases de la industria azucarera en la zona, fomentando el mismo varios trapiches. En esta etapa el cobre fue llevado a la fundición de Sevilla y luego a la fundición de artillería de La Habana.
La concesión del asiento se entregó a Juan de Eguiluz en el año de 1620, quien sería también alcalde mayor del pueblo de Santiago del Prado. La fuerza de trabajo de las minas fue cada vez más difícil de someter, a causa de prerrogativas alcanzadas en la administración anterior, su condición de expertos mineros, y el surgimiento de los primeros signos de lo que luego seria el proceso de surgimiento de una comunidad. Los años siguientes se caracterizaron por el enfrentamiento de los cobreros a los asentistas y las autoridades de Santiago de Cuba; estos últimos exigían su participación en la construcción de las fortificaciones.
Esta pretensión generó resistencia y numerosas protestas entre estos esclavos, quienes tenían el status de esclavos reales. Varios fueron los intentos de los gobernadores departamentales por someterlos; algunos lo engañaban para alcanzar sus ambiciones, otros le aplicaron el terror, todos intentaron apoderarse de las tierras que usufructuaban.
Hubo insubordinaciones y acimarronamientos en 1673, 1691, 1731, 1737 y 1781. La del 24 de julio de 1731 se califica como una de las más importantes protestas esclavas en Cuba. Su carácter e importancia ha sido señalado por historiadores como José Antonio Saco, quien recoge el suceso en su monumental Historia de la Esclavitud y José Luciano Franco, quien dedicó todo un estudio a esta protesta. El informe de los sucesos del obispo Pedro Agustín Morell de Santacruz a la corona es una página de sumo valor para comprender el advenimiento de lo criollo en el temprano Siglo XVIII.
La lucha de estos esclavos se mantuvo hasta que mediante real cédula de 1801, la corona española reconoció el derecho de los cobreros a la libertad y a la tierra, declarando libres a los esclavos y sus descendientes. Para el historiador Pedro Deschamps es: la primera y triunfal protesta de la clase trabajadora cubana, significativo es, pues que una comunidad de esclavos, fruto de su lucha y protesta permanente, obtenga su libertad casi 80 años antes que se decrete la abolición formal de la esclavitud. Son diversas las fuentes que hablan sobre el origen de la imagen que luego sería la Virgen de la Caridad del Cobre.
Casi todas coinciden en que su aparición ocurre en el periodo entre 1604–1613. La tradición ubica los hechos en la bahía de Nipe donde dos indios y un niño negro la encuentran sobre una tabla con una inscripción que decía “Yo soy la Virgen de la Caridad”, flotando sobre las aguas. Recogida y llevada hasta el hato de Barajagua, donde se dio la aprobación para la construcción de un bohío a fin de depositarla en un rústico altar de tablas, comenzó su adoración.
Cualquiera que fuese los orígenes de este culto, lo importante es que en el transcurso de un tiempo más bien breve, viene a simbolizar al pueblo cubano y se constituye en el mito central y fundacional de la cultura cubana Durante la primera mitad del Siglo XVII estuvo en ese humilde altar y luego de trasladada al Cobre se depositó en la capilla del hospital de los esclavos de la mina.
Después tuvo su santuario que se desplomó en 1906 y le fue construido uno nuevo en la década del 20 de este mismo siglo, donde aún se sigue venerando y es objeto de culto de cubanos y personas de otras latitudes. Esta imagen fue declarad patrona de Cuba en 1916 y coronada en 1936. En enero de 1998 el papa Juan Pablo II en su visita a Cuba, le colocó la corona y el rosario que exhibe actualmente. Vista de El Cobre y el santuario en 1853
El Siglo XIX significó la etapa de mayor crecimiento desde el punto de vista económico y demográfico. En 1830 la compañía por acciones “Consolidada de Inglaterra se comienzan la explotación de las minas de forma organizada y continua con la más alta tecnología de explotación de minas de la época, utilizando como mano de obra esclavos criollos y africanos, coolies chinos y obreros de Canarias y de la región de Cornualles en la propia Inglaterra. Junto a estas compañías laborarán otras como Real Santiago. La cifra de 71051 toneladas para el año de 1853 será el record de extracción de cobre para el Siglo XIX. Acompañando a este crecimiento de la producción crece la población, los servicios y el casco urbano. El trasiego del mineral hasta la bahía Santiaguera se realizaba por medio de 4500 acémilas. En algún momento se intentó también el empleo de camellos, sin grandes resultados.
El 1 de noviembre de 1844 se inauguro el ferrocarril de El Cobre a Punta de Sal (primero de la región oriental) reportando beneficios netos en su primera etapa de explotación. Es señalable también a la par de la transportación ferroviaria de las minas al Puerto, la de buques desde dicho puerto a Inglaterra y Estados Unidos. Esta actividad de extracción y exportación de mineral de cobre reanima la actividad portuaria de Santiago de Cuba entre 1830 y 1868.
Desde fines del Siglo XVIII se produce la emigración e implantación francesa en las zonas montañosas aledañas al Cobre. Con la llegada de esta población desplazada por la revolución, se produce un notable cambio en la estructura y posesión de la tierra. Son vendidas y fomentadas importantes parcelas de tierra, que en pocos años se convierten en importes plantaciones cafetaleras. Estas plantaciones acompañadas con una peculiar estructura productiva que emplea mano de obra esclava, cambia el paisaje rural cubano de la zona en términos arquitectónicos y culturales.
En el siglo XIX, entre haciendas y cafetales se pueden contabilizar cientos de estas propiedades, con una producción de verdadera importancia para la región. Algunos de estos cafetales fueron incluidos en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Merece señalar, que aunque no tan significativa como la producción minera y cafetalera, El Cobre contó en el Siglo XIX con una producción azucarera con unos 7 ingenios, que en 1859–1860 producían algo más de 2000 bocoyes. La segunda mitad del siglo XIX consolida la tendencia al predominio de la población negra y mestiza en la comunidad. Este incremento de población negra y mestiza libre será base social de varios intentos conspirativos contra el régimen colonial español.
En el Cobre fue descubierta en 1867, una conspiración integrada por negro y mestizos en su mayoría, con ramificaciones en Palma Soriano y otros partidos de la zona, sin vínculos con la conspiración de la zona de Bayamo–Manzanillo de 1868. Cuando el 10 de octubre de 1868 estalla la contienda independentista en El Cobre la revolución encuentra una primera resistencia entre en los enclaves de las haciendas cafetaleras franco-haitianas.
Ramiro Guerra señala que muchos dueños de cafetales armaron partidas para impedir la liberación de los esclavos en la zona de los cafetales de El Cobre. Pese a ello, la revolución prosperó por el importante fermento socio político existente en el lugar. El Cobre se constituyó en un lugar de gran valor estratégico para la revolución por su cercanía a Santiago de Cuba y por ser un pueblo muy conocido en toda la Isla.
En noviembre de 1868 el Cobre fue atacado y luego tomado por las fuerzas mambisas al mando de Donato Mármol, Félix Figueredo y Máximo Gómez. Al abandonar las tropas españolas la plaza Importante consignar, que el padre de la Patria fue recibido por los vecinos de la Villa. La tradición popular recuerda que Céspedes entró en esa ocasión y de rodillas ante la virgen oró por la independencia de Cuba. Antonio Maceo participó como integrante del Ejercito Libertador en estos combates.
Numerosas acciones combativas se desarrollaron en las inmediaciones de El Cobre en el transcurso de la guerra como: la quema del puente del Gorgojo, en el trayecto del ferrocarril; el asalto al cafetal El Cristal. Fueron fusilados los hermanos Botta(Médico y farmacéutico). El 15 de febrero de 1870 fueron apresados y luego fusilados un numeroso grupos de vecinos de Santiago por el jefe de guerillas González Boet en el ingenio San Juan de Wilson, en las cercanías del Cobre, entre ellos el maestro masón Andrés Puente Badell. Este hecho constituye uno de los grandes crímenes cometidos por los guerrilleros en la guerra de los 10 años.