Por: Luis Alberto Portuondo | internet@granma.cu
En el sitio donde estuvo el Hospital Civil Saturnino Lora, tomado por los asaltantes al Moncada el 26 de julio de 1953, se destaca un Complejo Monumental que es objeto de acciones de conservación dado su alto valor histórico y cultural
Desde la década de los años 70 del siglo pasado, embellece el entorno de la Ciudad Héroe el complejo histórico monumental Abel Santamaría, o simplemente el parque Abel, como le llaman los santiagueros; quienes observan y disfrutan el proceso constructivo que desarrolla una brigada de la Empresa de Restauración y Conservación de Monumentos de la provincia, en lo que fue el Hospital Civil Saturnino Lora.
El Conjunto está integrado por un museo, una biblioteca y el parque, dominado por la imponente Fuente de los Cien Chorros, y «en cada sitio se trabaja incesantemente: hemos sustituido y reparado las losas hidráulicas, trabajamos en las luminarias, la red eléctrica, los bancos, la pintura y una pasarela que dará acceso al parque; la fuente y su monumento están siendo restaurados», explicó Rigoberto Socarrás Casero, jefe de colectivo de la empresa ejecutora.
Dos importantes hechos acontecieron en el antiguo Hospital Civil: fue una de las posiciones para el asalto al cuartel Moncada y luego se efectuó el juicio a Fidel Castro. En aquella acción armada, 23 jóvenes liderados por Abel tomaron el Saturnino Lora. Tras el triunfo de la Revolución, por una errónea decisión, se intentó demoler el edificio, proceso que fue detenido, y el 26 de julio de 1973, en conmemoración del aniversario 20 del asalto al Moncada, fue inaugurado el Complejo.
«En el museo se reparan las paredes, la cubierta y las instalaciones hidrosanitarias; en la biblioteca estamos impermeabilizando la cubierta y hay que destacar que su estado de conservación es bueno porque en 2018, cuando el aniversario 65, fue sometida a mantenimiento», dijo Socarrás Casero, quien aseguró que para finales de junio «estará cumplido el compromiso de entregar a Santiago de Cuba un renovado Complejo Abel Santamaría».
El joven Jesús Domínguez Tur, quien reside muy cerca del lugar, lo describe como «un sitio acogedor en el que nativos y foráneos disfrutan de la sombra de los árboles, sus salas son visitadas por estudiantes –en especial los que rotan por el hospital oncológico–, niños y adolescentes juegan y comparten allí. Es un escenario ideal para el reencuentro con la historia».
La fuente de los Cien Chorros domina el Parque
El 1ro. de julio de 1979 la ciudad toda se vistió de gala para inaugurar la fuente consagrada a la memoria de Abel Santamaría Cuadrado y sus compañeros. El proyecto de los arquitectos Fernando O’ Relly y Raúl Oliva, unidos al escultor René Valdés Cedeño, se había consumado en el hermoso conjunto escultórico arquitectónico donde se conjugan sencillez e inmensidad.
Tal significado tiene el Parque-Museo-Biblioteca Abel Santamaría que fue declarado Monumento Nacional y renombrado como Complejo Histórico Monumental desde el 16 de octubre de 1998.
En la fuente, cuatro caras, cuatro relieves, cuatro escenas de nuestra historia: efigie de José Martí, de Abel Santamaría Cuadrado, seis bayonetas talladas del ejército de la tiranía (que significan el juicio que los revolucionarios le hicieran a los batistianos), la estrella solitaria y un verso del Himno Nacional «Morir por la patria es vivir».
La tupida cortina de agua, que parece sostener el Monumento, simboliza la pureza de los ideales de los jóvenes de la Generación del Centenario. La de los Cien Chorros es una fuente que representa la unión de las doctrinas de los jóvenes que asaltaron el Moncada con las del Héroe Nacional en el año de su centenario, 1953.
Ramiro Valdés Menéndez rinde tributo a Abel Santamaría y al Che
Donde la historia es la que cuenta
La Biblioteca forma parte de un subsistema que incluye seis sucursales: El Caney, Siboney, El Cobre, El Cristo y el centro urbano José Martí. Tiene una sala general con un Departamento de Literatura, otra de temática infanto–juvenil, un Departamento de extensión bibliotecaria y otro de procesos técnicos.
La institución cultural desarrolla labores extensionistas en el Plan Turquino, las escuelas, los centros de trabajo y las zonas distantes de su sede. Su fondo lo promueve en actividades sistemáticas con talentos artísticos. «Es un lugar donde el conocimiento y la historia se unen» destaca la usuaria Virgen María Sánchez.
Abel Santamaría Cuadrado, la virtud de conmover
El Museo, por su parte, se ha configurado como la institución principal dentro del Complejo. Tiene siete salas, así como zonas al aire libre en las que los visitantes pueden ver no solo lo concerniente a los dos hechos mencionados, sino a toda la historia del hospital (inaugurado en tiempos de la colonia).
La estatua de José Martí y el local donde Fidel pronunció su alegato La Historia me Absolverá hacen emocionante la visita. Se contemplan, además, el añejo instrumental quirúrgico, documentos y fotografías.