Votaremos el 25 de septiembre

sobre el referendo del Código de las Familias
sobre el referendo del Código de las Familias

Votaremos el 25 de septiembre

. Imagen: Santiago Romero Chang

Imagen: Santiago Romero Chang
Apenas unos días nos separan de la celebración del referendo popular del Código de las Familias, el próximo 25 de septiembre. La ruta hasta aquí ha sido larga, y el reflejo de luchas, diferencias, diálogos y realidades plurales. Es, sin embargo, un camino que lejos de acabar, comienza.

Una Cuba diversa, inclusiva, guiada por el respeto y el amor, la justicia y los afectos, la espiritualidad y la concordia se fue conformando en este texto legislativo.

Su construcción colectiva derivó, quizá como pocas veces, en un ejercicio educativo, jurídico, político, cultural y ético, medular para la nación.

sobre el referendo del Código de las Familias
Santiago de Cuba por el Código de las Familias. Imagen: Santiago Romero Chang

Ya la experiencia del debate constitucional que nos legó la Carta Magna del 2019, había mostrado la fortaleza de la participación popular en la consecución de las normas que impactan sobre la vida y el desarrollo de todas las personas.

El Código de las Familias no solo siguió en el amplio proceso de consulta popular ese espíritu de argumentar con derechos y buscar consensos. Su articulado tiene el mérito de la coherencia de principio y a fin, y de guardar y respetar el espíritu de una Constitución que pone al centro de sus valores la dignidad humana y la justicia social.

A ningún cubano o cubana, haya leído o no el texto, concuerde o no con él, le es ajeno el Código de las Familias.

No puede serlo porque los derechos de unos atañen también a otros, y esta es una propuesta centrada en ampliarlos y no en mantener privilegios.

Lo que se debate este 25 de septiembre, cuando la ciudadanía acuda a las urnas a ejercer su derecho democrático a un voto libre, no es simplemente una ley.

Es la posibilidad de que una norma se enfoque en la heterogeneidad social y familiar de un país y, en consecuencia, proteja la vulnerabilidad que de ella puede desprenderse y prevalezca la justicia y la equidad.

Es la oportunidad de comenzar a desarticular construcciones sociales e imaginarios culturales, anclados desde la ideología patriarcal, como norma exclusiva de la organización familiar. La cultura patriarcal establece desequilibrios de poder en el ámbito familiar y esos desequilibrios apuntan contra los consensos. Si no consideramos que todas las personas estamos en el mismo nivel, pues no podemos llegar a consensos y se impondría la voluntad de unos sobre otros.

El Código brinda herramientas para que los propios miembros de la familia organicen mejor la vida familiar desde una perspectiva armónica, de consenso; y si tienen que resolver esos conflictos en primerísimo lugar sea en el ámbito familiar.

Este 25 de septiembre tendremos ante nosotros el privilegio de poder colocar el interés superior de la dignidad humana— que trasciende edad, raza, género, orientación sexual o cualquier otra distinción—, la justicia pendiente y el amor, por encima de credos e ideologías.

Estaremos contribuyendo a que las relaciones de poder que lógicamente se reproducen en una sociedad sean dignas, afectuosas, con base en los derechos y las responsabilidades, de compromiso con el bienestar personal y común.

Tendremos el desafío de colocar el respeto y la empatía entre los valores que conduzcan el día a día.

De dar voz a personas y realidades que siempre han estado ahí, silenciadas dentro del propio contexto familiar.

De reconocer la gran diversidad de modelos que componen el entramado familiar de la Cuba de hoy, y ampararlos y garantizar su protección.

De colocar un granito de arena en ese empeño de que la felicidad prevalezca y no las historias de violencia, maltrato y discriminación que, a todos, en algún momento de nuestras vidas, se nos han hecho cercanas.

De apostar por la sanación, desterrar culpas, abrazar la comunicación, el diálogo, la valorización del esfuerzo y los cuidados.

El 25 de septiembre no solo se vota, se puede crear, elegir hacer de los afectos el horizonte, que se alcanza con autoridad, sin autoritarismos; con responsabilidad sin posesión, con límites sin violencia, con derechos sin exclusiones.

Sntiago de Cuba por el Código de las Familias. Igen: Santiago Romero Chang
Santiago de Cuba por el Código de las Familias. Imagen: Santiago Romero Chang

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sobre el referendo del Código de las Familias
Sobre el referendo del Código de las Familias. Imagen: Santiago Romero Chang

Imagen: Santiago Romero Chang
Código de las Familias- El próximo 25 de septiembre se someterá a referendo popular en Cuba el nuevo Código de las Familias, paso que decidirá sobre la entrada en vigor de esta importante legislación. Para conversar sobre los valores que defiende la Ley e informar acerca de la organización del referendo, comparecieron este jueves en la Mesa Redonda el ministro de Justicia, miembros de la comisión redactora y la presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN).

Al iniciar su intervención en el programa, el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, recordó que hoy hace un año de la publicación en el sitio web de su organismo de la versión 22 del anteproyecto del Código de las Familias, resultado de la comisión redactora del texto y del grupo de expertos, especialistas y profesores de varias instituciones.

sobre el referendo del Código de las Familias
Sobre el referendo del Código de las Familias. Imagen: Santiago Romero Chang

Desde entonces, resaltó, se ha confirmado el acierto de la decisión del presidente cubano de hacer público el contenido del anteproyecto del Código de las Familias-.

El ministro destacó que el texto del Código de las Familias es fruto de una labor colectiva, que inició en 2019 con la constitución del grupo de trabajo. “Los miembros de la comisión redactora aportaron sus ideas con la convicción de que estaban preparando un proyecto de ley importante para Cuba y su gente”.

También resaltó el proceso de consulta especializada, en el cual participaron 47 instituciones y grupos sociales. “Todo esto fue fortaleciendo el Código de las Familias”.

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