Por: Indira Ferrer Alonso
Curso escolar 2023-2024: El futuro de Cuba depende en gran medida de la educación que reciben hoy las ciudadanas y ciudadanos que conducirán los destinos de la nación en los próximos años; por eso la educación de personas responsables y comprometidas con su momento histórico resulta un tema primordial para la dirección del país.
Así lo ha reconocido el Primer Secretario del Comité Central y presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quién al referirse a las características del curso escolar 2023-2024 enfatizó en que este es un curso sumamente retador por las consecuencias aún latentes de las afectaciones al sector, ocasionadas durante tres años por la pandemia de COVID-19.
Y, en efecto, si bien este será el primer período lectivo con un calendario docente normal en la etapa escolar postpandémica, las condiciones impuestas por la enfermedad mostraron fisuras en el proceso docente-educativo que continuará marcando los desafíos de la educación cubana en este y en los próximos cursos, y hacia su erradicación se dirigen los esfuerzos.
Las exigencias que impone el contexto actual al sistema educacional van en dos direcciones: el necesario -y ya en marcha- perfeccionamiento de las enseñanzas para elevar la calidad de la instrucción escolar y la respuesta a los imperativos de enfrentar un programa de colonización cultural que, entre otros efectos, tiene el de socavar la ética y la conciencia revolucionaria de la población cubana, a la vez que busca cercenar el apego a todo cuanto represente lo más auténtico de la identidad nacional.
El mandatario ha manifestado varias veces que para dar continuidad a asuntos vitales para el modelo cubano como el cronograma legislativo, en cuyo desarrollo ha tenido un rol decisivo la participación popular en los referendos constitucional y del Código de las Familias, es preciso incrementar la formación escolar integral de las nuevas generaciones. La consciencia ciudadana, la educación cívica y el sentido de responsabilidad hacia los destinos del país, también deben ser prioridades en el proceso de formación integral de los niños, adolescentes y jóvenes. Hacia el logro de una cultura patriótica, política, han de dirigirse los procesos.
Ahora bien, el tema no es nuevo. De hecho, gran parte del éxito que constituye la existencia misma de la Revolución durante 65 años, a pesar del bloqueo más largo y atroz de la historia, y de las agresiones de todo tipo financiadas por el gobierno de Estados Unidos, se debe a la amplia experiencia en el trabajo político-ideológico del profesorado cubano.
Sin embargo, los tiempos nuevos exigen nuevos métodos escolares: formas innovadoras de sembrar valores y conciencia en un mundo donde prevalece un discurso hegemónico, que vende como paraíso un orden económico injusto, cuyas verdaderas consecuencias son silenciadas, y que es contrario a las esencias de la ideología defendida por la inmensa mayoría del pueblo cubano.
He ahí el reto mayor: formar a las nuevas generaciones de modo que estén preparadas para comprender y transformar su realidad en el empeño de lograr una sociedad mejor, un país mejor, sobre la base de las ideas que han alentado a los cubanos a ofrendar hasta la vida por la soberanía y la dignidad nacional. Se trata de educar personas que puedan distinguirse por el conocimiento y por su cultura, más allá de la posesión de bienes.
Durante el período lectivo 2023-2024, el sistema de Educación tendrá estos temas como prioridades. En 46 semanas de docencia se generalizará el Tercer Perfeccionamiento para el cual la ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, ha dicho existen muchas motivaciones.
Preparadas para iniciar el curso escolar en las escuelas afectadas por las lluvias de junio 2023
Una de las bondades será contar con los nuevos libros de texto para el grupo de los grados iniciales; lo que debe impactar favorablemente en esa transformación a la que se aspira en la educación cubana. Se prevé, también, la introducción de mejoras en la formación del personal docente, que a juicio de la titular constituyen cambios estratégicos. Estos tendrá como escenarios fundamentales las escuelas pedagógicas, las universidades, y todos los espacios vinculados con la preparación del personal pedagógico.
Curso escolar 2023-2024: el reto de formar ciudadanos
A decir de Trujillo, el propósito es crear las condiciones necesarias para que desde los claustros se garantice una mayor calidad. Además, este empeño transita por la necesaria dignificación del maestro como actor esencial de la sociedad, en tanto formador de generaciones, formador de los ciudadanos del futuro.
