Santiago llora a Marino Wilson Jay, Lloramos

Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang
Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang
Marino Wilson Jay. Portada web: M.Sc. Santiago Romero Chang

Texto: M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón
Portada: M.Sc. Santiago Romero Chang

Otra vez la noticia es demoledora y hasta derrumba al más estoico: este jueves 19 de agosto, por la mañana, en Santiago de Cuba que lo abrigó como a un hijo, dejó de existir por la COVID-19 el poeta… el guantanamero siempre fiel al terruño, Marino Wilson Jay.  Apenas un mes atrás había cumplido 75 años.

Así, en la madurez plena de su intelecto y de su creación poética, Marino parte a la eternidad para que desde ahora, en cada reunión importante de la Uneac o del sector de la Cultura en el territorio, o en cualquier territorio; o también en las tertulias literarias en la casona de la calle Heredia, o en los espacios del bolero o de la música de la década maravillosa en “La jutía conga”  falten la reflexión precisa y genialmente armada gramaticalmente, o el finísimo humorismo que caracterizaron a Wilson Jay.

Rodulfo Vaillant García, presidente del Comité Provincial de la Uneac, en nada ocultó su pesar porque con Marino se ausenta no solo uno de los miembros de la Unión más fieles sino un amigo con el que compartía sistemáticamente.

Teresa Melo, poetisa santiaguera ciento por ciento cubana
Teresa Melo, poetisa santiaguera ciento por ciento cubana

La poeta Teresa Melo enseguida escribió estas frases hermosas:

“Adiós, Marino… Con tu ausencia nos faltará la lúcida voz, tu memoria de privilegio. Que nos acompañe tu poesía; que luces de la ciudad que te hizo su hijo brillen para ti. Adiós, Marino Wilson Jay. Santiago llora. Lloramos.”

Wilson Jay nació en la vecina provincia de Guantánamo el 9 de julio de 1946 y aunque se afincó como pocos en Santiago de Cuba, jamás dejó de anunciar “a los cuatro vientos” que era guantanamero de nacimiento y lo decía con el mismo énfasis con el que aseguraba ser también santiaguero. Y con el mismo deleite que hacía poesía fumaba y admiraba la buena música, especialmente la de The Beatles, tema este último que nunca faltaba en nuestros encuentros en la Uneac.

La noticia del fallecimiento de Marino ha consternado a la poesía cubana. Aquí en Santiago de Cuba, y en su natal Guantánamo y en los otros sitios del país por donde estuvo su figura, se recuerda a Jay como a un notable de las letras y del buen pensamiento; al creador de entre otros títulos de Así comenzó la alborada (Ediciones Uvero, Santiago de Cuba, 1982); Granada la bella (Ediciones Caserón, Santiago de Cuba, 1987); Yo doy testimonio (Ediciones UNIÓN, Ciudad de La Habana, 1987); Tres poemas (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1994); El libro terrible (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1994); El cuaderno malo (Ediciones Catedral, Santiago de Cuba, 1999); Peligro: aquí se habla de poesía (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2000); Ensayos sobre la poesía de Víctor Villegas (Santo Domingo, República Dominicana, 2000); Veinte poemas de horror y de misterio (Ediciones El Mar y la Montaña, Guantánamo, 2002); Poesía funesta (Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2002); Lecturas y visiones Editorial El Mar y la Montaña, Guantánamo, 2007); Antología Ecos para su memoria (Ediciones UNIÓN, Ciudad de La Habana, 1989).

El autor colaboró con revistas nacionales y extranjeras, por ejemplo Casa de las Américas, La Gaceta de Cuba, Del Caribe, La Palma, Catálogo, Heredia, Perfil de Santiago (periódico Sierra Maestra), La Teja, Revista Bohemia, El Caserón, Ideas en Ferias, Taller, El Caimán Barbudo, Sierra Maestra, Uvero, Letras Cubanas, Revolución y Cultura, El Mar y la Montaña, y varias publicaciones de Francia, Venezuela, Argentina, México, Estados Unidos de Norteamérica, Colombia…

Uno de los últimos galardones que recibió en sus manos el poeta Marino Wilson Jay fue “Crecemos”, con la imagen del “Martí Crece”.  escultura de Alberto Lescay emplazada en el Paseo Martí y la Avenida de los Libertadores, pero entre otras ya la precedieron los premios 30 de junio, XXX Aniversario del Moncada, José María Heredia, el premio Aldo Pedro Alessandri, del círculo literario Bartolomé Mitre, en Buenos Aires, Argentina; la Revista SIC…     

Casi para estos mismos días pero de 2020, el periódico Sierra Maestra digital y su edición impresa, ambos en la ciudad santiaguera, publicaron una entrevista con el poeta, que conserva plena actualidad como para reproducirla hoy a modo de homenaje a ese relevante cultor de la poesía, Marino Wilson Jay, cuya obra literaria lo ubicó entre las figuras más encumbradas de las letras y el pensamiento en Santiago de Cuba… y en Guantánamo

Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang
Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang

Marino Wilson Jay: DESDE EL PRINCIPIO… LA POESÍA

M.Sc. Miguel A. Gaínza Chacón (publicado el 1 de agosto de 2020)

Un halo místico envuelve su figura cuando se pone de pie para hablar. Entonces, la atención del auditorio se centra en él; en su discurso y verbo de excelencias; en su memoria prodigiosa y en sus reflexiones exactas y profundas.

Así es Marino Wilson Jay, dueño de una obra poética y ensayística extensa y altamente valorada en Cuba y el extranjero por su calidad… y desde hace apenas días, además, ganador del Premio Crecemos, que en Santiago de Cuba entrega “Caguayo”, la Fundación para las Artes Monumentales y Aplicadas.

A la vista del Morro, en la loma de la Socapa, en su etapa en el ejército, entre el armamento y útiles del soldado, Marino siempre llevaba la libretica para escribir poemas, sus primeros poemas. Medio siglo después, cuando regresaba en avión de su labor como jurado del Premio Casa de las Américas 2010, Wilson Jay divisó desde la ventanilla el sitio a orillas de la bahía donde comenzó su aventura poética. La seguridad de encontrarlo en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) o enfrente, en la Biblioteca Provincial, ambas en la calle Heredia, no traicionó la intuición periodística. Estaba en la “Elvira Cape”.

Era lógico: en momentos de recuentos aunque sean parciales, la referencia fue para su primer libro, su primer poemario “Así comenzó la alborada”, de ediciones Taller, que dirigía el inolvidable poeta Luis Díaz Oduardo; después saldrían a la luz “El Libro Terrible“, “El brujo y la tribu”, antología de varios poemarios de Marino; “Hoy desperté con ganas de matar a alguien”, “El poeta de Liverpool”, que en 2009 Wilson Jay fue a presentar a Londres…, y como ensayista ha estado en las páginas de varias revistas cubanas y extranjeras…

Luego de agradecer el gesto de “Caguayo”, la réplica de la escultura estilizada de José Martí, obra de Alberto Lescay Merencio, y la dirección del Partido y el Gobierno presentes en la entrega del “Crecemos”, el poeta y ensayista laureado echó mano a los recuerdos: “Donde primero publiqué ensayo fue en la Revista Santiago, de la Universidad de Oriente, que ya no existe; también, en publicaciones de México, Argentina, en Ediciones Unión, en Casa de las Américas… siendo aún estudiante de Letras; y “Peligro, aquí se habla de poesía”, y por Ediciones El Mar y la Montaña, de Guantánamo, “Lecturas y Visiones”.

Igualmente, por Ediciones Oriente, “Los hechiceros de los cincuenta”, sobre Retamar, César López, Pablo Armando Fernández, Padilla, Fayad Jamis; después le siguió “Memoria y homenaje”, otro ensayo, con cinco trabajos sobre Cos Causse, Regino Boti, Eliseo Diego, Luis Rogelio Nogueras y José Lezama Lima, y está aprobado y posiblemente salga el año que viene, otro libro de ensayo sobre poetas cubanos y poesía.”

Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang
Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang

¿Planifica lo que va a escribir o le va naciendo así sobre la marcha?

“Te voy contar una anécdota de José Lezama Lima, en una entrevista en que Ciro Bianchi le preguntó que cuál era su estilo de trabajo, y él respondió ´yo no tengo estilo de trabajo; yo escribo cuando tengo apetito para expresarme; la poesía se me presenta y me dice ¿No es cierto que estoy inventada? Entonces me voy a hacerla´. Claro no pretendo equipararme a ese monstruo sublime que se llamó José Andrés Fernando Lezama Lima sino que esa respuesta es funcional en mí. El ensayo es otra cosa. Uno se propone un estudio concreto de un autor y es un hecho determinado con la valoración personal, de ahí el nombre de ensayo. Pero también hay un momento que requiere… yo le llamo a eso apertura o apetencia sicológica… y es el momento para hacer cualquier hecho literario o artístico en general.”

¿Qué tiempo dedica a la creación?

“Tampoco puedo planificarlo. Sí te puedo decir el tiempo que dedico a leer. Voy a contestarte también con una cita de Jorge Luis Borges, y tampoco pretendo equipararme a ese otro monstruo maravilloso argentino. Él decía ´yo tengo más orgullo de las cosas que he leído que de las cosas que he escrito´. Eso también funciona en mí.”

Cómo ejercita su memoria?

“Eso es algo innato en mí. Desde que era muy niño sucedían cosas y yo las grababa en la memoria, con fecha y con todo. Era un ejercicio inconsciente. Y me di cuenta con el tiempo, de que era innato en mí y ha funcionado también para la literatura. Ese gran poeta, mi amigo Reynaldo García Blanco, me llama Marino el memorioso. Parece que no se equivocó.”

¿De dónde es?

“Soy guantanamero y no quiero tener problema con mi tierra natal porque a veces aparezco en algunos lugares como santiaguero. No quiero que alguien piense que voy a cometer la tontería de cambiar mi lugar de nacimiento. Yo he vivido mucho más tiempo aquí que en Guantánamo pero nací allá, y estoy muy orgulloso de ser guantanamero y de ser santiaguero.”

¿Qué edad tiene hoy?

“Hoy es 30 de julio… pues tengo 74 años y 21 días.”

¿Qué otra manifestación del arte compite con las letras en su gusto?

“Las artes plásticas. He hecho ensayos sobre artistas de la plástica. Y aunque no soy músico, la música. Escribí espectáculos en Tele Rebelde, luego Tele Turquino, para agrupaciones, y he formado parte de jurados sobre música con su excelencia siempre presente Isolina Carrillo, con mi amigo y maestro Enrique Bonne, con mi amigo Rodulfo Vaillant, Juan Filiú…”

¿En Ud. otro género literario rivaliza con la poesía?

No. La poesía sobre todo. Hay momentos en que a uno un solo género no le es suficiente para expresarlo todo. De ahí que algunos poetas se conviertan luego en escritores de novelas. Yo jamás escribiría una novela porque no estoy dotado para la narrativa aunque he leído grandes novelas y tengo admiración por muchos de esos autores. El ensayo ha sido mi otra salida”.

¿La familia influyó de alguna manera en su inclinación por la literatura?

“De alguna manera sí. Yo era muy callejero. Hasta los cinco años viví en el campo y unas primas mías me llevaron a un río y me ‘untaron’por los pies unas jaibitas chiquiticas y mi mamá me decía ´parece que es verdad porque como te gusta la calle´. Pero si me quería tener en casa me ponía a leer y eso me inclinó al hábito de la lectura. Comencé por los ´muñequitos´. Mi amigo Virgilio López Lemus, poeta y ensayista de marca mayor, dijo una vez que él empezó leyendo comic o muñequitos como le decíamos, y le expliqué que él no era el único. Conocí a gente que estudiaron Letras pero no tenían hábito de lectura. Al muchacho hay que crearle el amor por leer.”

¿Es fácil hacer un libro?

“Si tú le preguntas a un astronauta que si es fácil montarse en una nave e ir al espacio te dirá que no es fácil. Hacer un libro depende primero del talento del autor pero nunca será fácil hacer un libro. Lezama, tomando a Cervantes, decía ´solo lo difícil es estimulante´.”

¿Cuál es el poema que ha escrito en menos tiempo?

“Un poema que le dediqué a la hoy mi esposa, Deysi Villalón Bonne, cuando empecé a enamorarla. Se llama Mujer oscura. Lo hice de un tirón. Y otro rápido fue Hombre para rato dedicado a José Maceo. Y el que más tiempo me ha llevado se titula ´La misma´ y es sobre mujeres en la mitología, el arte y la historia. Lo hice en 1993.”

Si Ud. no fuera un hombre de las Letras ¿qué le gustaría ser?

“Hombre de las Letras.”

¿Qué es lo mejor que le ha obsequiado la literatura?

“Un gran placer y un gran sufrimiento, también. El placer de la literatura, de la lectura y porque cuando el hombre ensancha su espacio cultural disfruta mucho. Pero también, tiene más capacidad de sufrir pues se percata de hechos y nociones que… no es que se crea un privilegiado ni mucho menos sino que al ampliar el conocimiento de la historia, de la novela, del drama… eso te da una visión mucho más amplia del mundo, de los hombres y el universo y eso también implica un sufrimiento porque eso te hace reparar en cosas en que no repara el común de las personas.”

¿Referentes en la poesía?

“De niño, recuerdo que en Guantánamo había una sociedad para personas negras que se llamaba La Nueva Era, y yo veía tarjetas viejas en casa, que anunciaban la Señorita Cruz María Jay va a recitar poemas de Rubén Darío y Juan de Dios Mesa.

Me dijeron ´si no está en la Uneac está en la Biblioteca´

“He escrito mucho en esta sala, en la de allá arriba. Pero donde me viene una idea hago el apunte.

A ver: ¿el libro físico o el libro digital?

“Respeto mucho las nuevas tecnologías pero yo me siento incapaz de leer un libro digital. Necesito tocar el papel, sentirlo, palparlo, olerlo. Sacha me dijo una vez: ‘soy un escritor del siglo XIX’. Yo escribo en una vieja máquina de escribir Optima; me gusta sentir el tacataca.”

Adiós al poeta santiaguero César López

Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang
Marino Wilson Jay. Portada web: Santiago Romero Chang

“MARTÍ CRECE”… PARA MARINO

La Fundación Caguayo instituyó, con una periodicidad anual, el Premio Crecemos, con la finalidad de otorgarlo a personalidades, proyectos artísticos e instituciones cuya obra creativa formativa, reflexiva o promocional ha sido prominente dentro del ámbito de la cultura artística y literaria y se destaca por sus valores éticos, estéticos, de amor a la nacionalidad y búsqueda de la plenitud humana.

El pasado 10 febrero de 2020, la entidad santiaguera acordó otorgar el Premio Crecemos al destacado poeta y ensayista guantanamero Marino Wilson Jay, graduado como Lic. en Lengua y Literatura Hispánica por la Universidad de Oriente y con una obra literaria sobresaliente en el ámbito nacional e internacional.

Ha sido merecedor de premios en Cuba, EE.UU. y Argentina; pertenece a la Uneac; integró la Columna Juvenil de Escritores y Artistas de Oriente; dirigió la revista Caserón, y estuvo al frente de la filial de la Fundación Nicolás Guillén en Santiago de Cuba; se desempeñó como asesor literario del equipo multidisciplinario creador de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo; asesor de Tele Turquino, crítico de arte, autor de poemarios, entre estos

Así comenzó la alborada, Yo doy testimonio, El libro terrible, 20 poemas de horror y de misterio; es colaborador en revistas cubanas y del extranjero, y pertenece al grupo de asesores de la Fundación Caguayo.

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